Hace unos años tuvimos la oportunidad de disfrutar en primera persona de una visita a la sede del grupo austriaco KSR, en Krems (Austria). Por entonces estaban trabajando en el centro en el que hoy en día nacen los modelos del grupo. Ahora podemos ver cómo se diseña y desarrolla una moto como las que luego disfrutamos en la carretera.
Concepto
Todo arranca con el concepto del modelo. Para ello en KSR analizan las necesidades del mercado para ajustarse a las demandas del usuario. A partir de ahí arranca el concepto y cómo hacerlo real para que acabe llegando.
Bocetos en las oficinas de KSR
Cuando ya está claro qué moto se va a desarrollar llega el momento de trabajar en los bocetos que la den forma. Pero no sólo se trata de la moto sino también de los componentes. Partiendo de cero se buscan las diferentes opciones y variantes que llevarán al camino definitivo.
Desarrollo
Una vez las ideas y bocetos han dado paso a una idea más tangible llega el momento más complejo, el de comenzar a desarrollar realmente todos los aspectos que conformarán la moto.
Modelado en arcilla
Pero todos los modelos diseñados están en un ordenador o en papel y hay que llevarlos a la realidad. Es entonces cuando se comienza a transformar todo en un modelo en 3D ya a tamaño real. Esto permite ir ajustando y modificando la moto sobre la marcha y cuando se acaba se ve, por primera vez, el aspecto final de la moto.
Modelado 3D
Tras finalizar el modelo de arcilla se vuelve a digitalizar todo el proceso con un escaneado en 3D. Esto permite que posteriormente todas las piezas puedan volver a ser impresas ya con una impreso 3D lo que, a su vez, hace que arranque el proceso de creación del primer prototipo.
Este procedimiento es solamente la mitad del trabajo y sirve para tener la base y conseguir desarrollar la moto con la que se conseguirán las certificaciones. Luego vienen las pruebas, las motos de preserie y, finalmente, llega el proceso de fabricación. Después de eso llegará el momento de que puedas llevártela a casa.
