La mejor manera de adentrarse en el mundo de las dos ruedas y una de las más habituales ahora mismo, es a través de los modelos de 125. Gracias a la legislación actual con el carnet de coche y tres años de antigüedad puedes hacerlo (además de, obviamente, con el A1). Por eso muchos se deciden a dar el salto, hacerlo con un vehículo usado y el primer problema pasa por elegir correctamente el modelo y tipo de moto o scooter usado de 125 que se necesita.
Para poder acertar en la respuesta, lo primero que hay que hacer es ser sinceros con nosotros mismos. ¿Para qué vamos a usar la moto o scooter usado de 125? Esa es la primera pregunta y elegir correctamente dependerá de lo que nosotros vayamos a hacer con ella.
¿Por qué? Sencillo, en función del uso que le vayamos a dar mayoritariamente tendremos que buscar unas características u otras.
¿Vas a usar tu 125 en ciudad, en circunvalaciones, en carretera, en autopista?
Es muy importante saber este uso principal porque si, por ejemplo, no vas a salir nunca de ciudad, lo que te interesa es buscar un modelo que sea ligero y manejable. La potencia no será tan importante.
Y dentro de eso, un scooter usado de 125 y con capacidad de carga sería una buena idea. Al fin y al cabo, como dicen los amigos de Cüimo, al no tener que estar pendientes del cambio de marchas es mucho más cómodo y sencillo de conducir especialmente entre el tráfico.
Si, por el contrario, vamos a hacer recorridos mixtos como bajar de un pueblo cercano a la ciudad y tenemos que hacer un tramo de autopista, ya tenemos que fijarnos más en la potencia. Que se acerque lo máximo posible al límite legal que son 11 kW, 14,75 CV para ser exactos, aunque siempre se hable coloquialmente de 15. En ese sentido, será más fácil encontrar estas prestaciones en motos con marchas, pero también hay algún scooter usado de 125 de tipo GT que pueden darnos servicio.
Ahora bien, si lo que buscamos es un uso lúdico, salir a carretera a dar una vuelta, ahí la mejor sensación te la va a ofrecer una moto de marchas. Precisamente el tener que “jugar” con el cambio le da más emoción y con una 125, aunque parezca mentira, se puede disfrutar mucho de las carreteras secundarias.
Elegir correctamente una moto o scooter usado de 125 más allá del uso que vayas a darle
Pero no sólo hay que centrarse en el uso que vamos a darle. Hay más detalles que debemos tener en cuenta a la hora comprar una moto o scooter de segunda mano. Aunque no sepamos de mecánica, tenemos que revisar que, en general, el estado del vehículo sea el correcto. Para ello podemos pedir una revisión a un mecánico. Si el vendedor no quiere hacerlo a pesar de correr nosotros con los gastos, será una mala señal.
Y si no queremos pasar por un mecánico, hay que revisar que no haya fugas de ningún tipo, que el estado de los neumáticos sea correcto, también el desgaste de los frenos, el funcionamiento de la iluminación y el arranque, además del estado exterior general de la moto o scooter.
No siempre que una moto está perfecta por fuera, está siempre bien por dentro. Pero si ya la parte exterior no está bien cuidada, suele ser una señal de que el resto tampoco lo está.
También es importante la parte administrativa de la moto y revisar si tiene cargas, multas pendientes o cualquier otro tipo de problemas es algo que merece la pena revisar y que es tan sencillo como pedir un informe del vehículo a la DGT.
Hay empresas que lo hacen online y aunque te cuesten unos «eurillos» te permitirán en un momento saber qué vas a comprar y en qué condiciones administrativas se encuentra.
Aparte de estos consejos básicos, hay uno que nunca se debe pasar por alto: no te dejes llevar por la emoción. Aunque comprar una moto o un scooter es algo que nos alegra a todos el precipitarse en la decisión, no buscar alternativas o no revisar bien todo puede hacer que luego nos llevemos disgustos. Así que coge aire y toma la decisión de la manera más racional posible.
