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No, conducir a bajas RPM no te ayuda a ahorrar ¡y podría romper tu motor!

Un corte al día previene de averías...
Fotos: FortNine
Cuando se quiere gastar poco combustible tendemos a conducir a bajas RPM. Pero eso no siempre funciona. Es más, puede que hasta consuma más y, además, ponemos en riesgo nuestra mecánica.

¡Al motor hay que darle alegría, que se acomoda! Esa frase, aunque seguramente la hayas oído de otra manera mucho más casposa e irrespetuosa, tiene algo de cierto. Y es que conducir a bajas RPM puede que no tenga el efecto que piensas.

Nos han dicho que si conducimos despacio es mejor para el consumo, y es mejor para nuestro motor porque no le sometemos a un gran esfuerzo, ¿pero es cierto? La respuesta es que no tiene que ser así necesariamente.

Tal como nos muestra nuestro amigo canadiense de FortNine, hay muchas contrapartidas en el hecho de conducir a muy bajas revoluciones. La manera más gráfica de poder verlo es a través de su vídeo, que no te debes perder.

Pero nosotros también te lo vamos a explicar de una manera sencilla. Primero vayamos con el tema del consumo. A bajas revoluciones estaremos consumiendo menos en teoría, pero la realidad es que el punto óptimo de consumo suele encontrarse cerca de las RPM a las que el motor nos ofrece su mayor par.

No quiere decir que siempre sea así, pero digamos que donde el motor se encuentra más cómodo en todos los aspectos y, también en el de consumo es en los rangos medios. Si las revoluciones están muy bajas habrá poca inercia y el motor tendrá que hacer más esfuerzo para moverse y, por tanto, consumirá más.

Conducir a bajas RPM puede generar averías

Además de que, como decíamos, el consumo no va a mejorar hay otro problema mucho mayor y es que podemos generar averías. Lo primero, es que un motor que siempre trabaja a bajas revoluciones tiene una temperatura menor.

Al tener en su interior una temperatura menor es más propenso a ir acumulando lo que conocemos como “carbonilla”, que no son más que depósitos de inquemados. Con el paso del tiempo, este tipo de conducción influirá directamente en un menor rendimiento del motor.

El motor podría sufrir averías serias con determinadas prácticas

Pero no sólo es una cuestión de rendimiento. Como decíamos, el motor tiene menos inercias a menos revoluciones y eso hace que el esfuerzo al que se somete el pistón en cada explosión es mayor. En ocasiones extremas puede llegar (como se ve en el vídeo) a perforar incluso el pistón y también dañar las válvulas.

Pero hay más. El interior del motor y toda la moto en general pueden verse sometidos a mayores vibraciones de las previstas, y en otro rango de frecuencia que puede ir afectando al vehículo.

Así que la solución a todos estos malos no es conducir a bajas RPM. Es llevar el motor donde toca de revoluciones. Tampoco hay que llevarlo al límite de vueltas ni siempre cerca del rojo. Así también se pueden producir averías y el consumo será una locura.

Eso sí, darle una alegría al motor para que no se acomode de vez en cuando sigue viniendo bien…

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