Después de muchos años con la normativa flag to flag vigente y sin cambios sustanciales más allá del uso del casco y la prohibición de tener marcha engranada o embrague cogido, las últimas carreras en las que se ha vivido esta situación han sido caóticas, especialmente la del GP de la República Checa de esta temporada. En función de lo visto en la pista checa, se han decidido tomar decisiones que buscan aumentar la seguridad en esos momentos tan delicados.
La realidad es que con una categoría cada vez más apretada, han aparecido problemas que antes no existían y han hecho que todo el procedimiento deba replantearse para no volver a vivir situaciones como la de la caída de Andrea Iannone al evitar a un Aleix Espargaró que volvía al pit-lane después de hacer el cambio de moto.
El cambio se introduce de manera inmediata y de hecho, se probará a modo de simulacro durante el GP de Gran Bretaña. La diferencia frente a la normativa anterior radica en la obligatoriedad de poner las motos en una posición concreta y no al gusto de cada piloto con unas marcas establecidas por el campeonato. De esta manera, la moto que entra se queda en dirección al box mientras que la que está preparada para salir está “apuntando” al pit-lane. La consecuencia directa es que los pilotos ya no podrán saltar de una a otra, si no que tendrán que bajarse de la moto y andar o correr a la segunda moto. Además, ya no podrán salir sin más, puesto que se introduce la figura de la “piruleta”, el cartel que ha regido los pit-stop en la F1 durante décadas y que funciona a modo de semáforo. Hasta que el mecánico encargado de la “piruleta” no la levante, el piloto no podrá reemprender la marcha.
Este procedimiento, que entra en vigor de manera inmediata, se probará directamente al final del FP2 del GP de Gran Bretaña para ver su funcionamiento.
