Los accidentes forman parte del día a día de toda nuestra vida y los hay con mayores o con menores consecuencias. Un accidente, por ejemplo, es que se nos caiga el vaso de agua, un accidente algo más grave es que al caerse el vaso nos acabemos cortando, pero son accidentes al fin y al cabo. Circulando pasa lo mismo, hay muchos tipos de accidentes, desde los más leves hasta los más graves y por desgracia no estamos exentos de que nos ocurra a nosotros o nos veamos implicados. Es por eso que hay que estar preparado y saber los pasos básicos que debemos dar a la hora de estar involucrados en un accidente ya sea como parte de él o como testigos.
Es fundamental intentar mantener la calma a pesar de que sea realmente complicado en esos momentos pues marcará la diferencia entre hacer las cosas bien o no hacerlas. A estas alturas, todos los expertos coinciden en que el mejor sistema para llevar a cabo al encontrarse con un accidente es poner en marcha el denominado protocolo P.A.S. siglas que corresponden a Proteger, Avisar y Socorrer.
El primer paso, el de proteger, implica alertar al resto de usuarios de la vía para evitar un nuevo accidente. Para ello hay que recurrir a todo lo que tengamos a mano, desde triángulos a chalecos, luces V16, intermitentes… También es muy importante parar el motor del vehículo accidentado si siguiera en marcha y el contacto, además de poner el freno de mano si el vehículo dispone de él y es viable.
Posteriormente tenemos que avisar a los servicios de emergencia empleando el 112 y dando todos los datos exactos del accidente: punto kilométrico exacto, vehículos implicados… normalmente nos realizarán estas preguntas y es que son realmente importantes a la hora de hacer llegar a los servicios necesarios.
Por último llega el momento de socorrer, aunque la recomendación general es no mover a los heridos. Cualquier acción que llevemos a cabo puede conllevar nuevas lesiones e incluso de carácter irreversible así que solo en caso de peligro de muerte (incendio, aplastamiento…) debemos moverlo, de lo contrario lo mejor es no hacerlo. Por supuesto en caso de que sea un motorista no hay que quitarle el casco a no ser que esté en parada cardiorespiratoria y sepas realizar técnicas de ventilación. Además, si el accidentado está herido y consciente hay que intentar calmarle. Si no está inconsciente, no respira y no tiene pulso hará que realizar una maniobra de RCP básica siguiendo las instrucciones del propio 112. Estar preparado para una situación así puede marcar la diferencia es por eso que realizar cursos como el que realizamos en SoyMotero.net hace un tiempo podrían ayudarte y mucho.
En caso de que seas tú el accidentado, hablando siempre de accidentes de cierta importancia no de un toque, no debes olvidar llamar al 112 y a ser posible no mover los vehículos para que puedan llevarse a cabo los estudios pertinentes mediante un atestado. En cuanto al seguro, es importante rellenar el parte amistoso correctamente, no te fíes de dar los datos y ponerte en contacto más adelante pues puedes tener problemas a posteriori. Igualmente, hay que transmitir el parte a nuestra aseguradora lo antes posible y, por supuesto, si hay secuelas tendrás que reclamar siguiendo los pasos que te indique tu aseguradora.
