En SoyMotero.net nos gusta el contacto con nuestros lectores, porque compartimos pasión y siempre hay que tener una “toma de tierra” con la realidad del día a día. Es una manera de tomar perspectiva para nosotros y para las marcas.
Más allá de los estudios de mercado, no hay nada como la opinión de un motorista ajeno a las marcas o a las publicaciones, porque aporta una perspectiva cotidiana real que no podemos dar los que trabajamos día a día en el mundo de las motos.
Nuestros probadores han sido (por orden alfabético): Alejandro González, Daniel Moreno, Jesús Francisco Ramírez, Ramón Rodríguez y Francisco Ruiz. Dos de ellos probaron la versión A2 de la Honda XL750 Transalp y los otros tres la versión full power, de modo que sus opiniones pudieran ser válidas para los poseedores de ambos carnets.
Un día como probador a lomos de la Honda Transalp 2023
Como en todas las Experience que organizamos, quisimos que la experiencia fuese plena, así que citamos a nuestros nuevos colaboradores en las oficinas a primerísima hora de la mañana, porque no es oro todo lo que reluce.
Lo cierto es que es necesario por varias razones: el verano ya ha empezado y hay que aprovechar todas las horas de luz para poder finalizar todas las tareas de un día de pruebas. Así, cuanto antes salgamos, más ruta podremos hacer con las horas más agradables, que son las primeras de la mañana.
Lo primero fue un briefing en la oficina, como el que hacen las marcas en las presentaciones de modelos, incluido desayuno, para familiarizar a los probadores con las características técnicas del modelo.
En este caso no fue muy extensa, por cuanto la Transalp comparte motor y chasis con la Honda Hornet 750, que ya ha pasado por estas páginas y por su correspondiente Experience este mismo año.
Así, la versión full power entrega 91,8 CV y 75 Nm de par, como su hermana de carretera. Obviamente las diferencias, aparte de diseño y ergonomía, se dan en cotas, suspensiones y frenos. En muy poco tiempo tendréis disponible la Prueba a Fondo de la Honda XL750 Transalp con su ficha técnica y todos los datos necesarios, no era cuestión de poner a escribir a nuestros invitados.
Tampoco faltó la charla en torno a la ruta y las normas de seguridad, siempre imprescindible. Antes de salir de ruta y subido cada uno en la unidad que le correspondía, dimos un repaso a las configuraciones posibles y al manejo de la pantalla TFT a través de la piña izquierda para que todos tuvieran claro su funcionamiento e hiciesen los cambios que consideraran necesarios.
Iniciamos la ruta camino de la Sierra de Guadarrama, un clásico de nuestras pruebas. Cómo no, tampoco faltaron los imprevistos. Pasado Galapagar y en búsqueda de El Escorial, coincidimos con una prueba ciclista con la que también nos cruzamos por la tarde, ya de vuelta hacia la oficina.
Ambos cruces nos obligaron a improvisar sobre la marcha y variar nuestra ruta para poder asegurar los tramos off road. Afortunadamente, por la mañana salimos con tiempo de sobra por si hubiera imprevistos, que como pudimos comprobar, son como las meigas.
La primera sesión de foto y vídeo fue en el maravilloso tramo que hay entre Hoyo de Pinares y Navalperal de Pinares, donde nuestros probadores pudieron “lucir palmito”, amén de llevarse un bonito recuerdo.
El almuerzo fue en el Restaurante El Rondón de la población de Cebreros, que cuenta con una escuela de cocina que, a juzgar por el menú que disfrutamos, es magnífica. Tras yantar es más difícil continuar la marcha y seguir trabajando, pero nuestros probadores resultaron ser unos profesionales de cabo a rabo.
Continuamos hasta la siguiente sesión de foto y vídeo, en la que nos acompañó la banda sonora de las chicharras a 40º. Una vez pasado Robledo de Chavela y antes de llegar a Fresnedilla de la Oliva, paramos en una pista, donde Teo Romera impartió un breve curso con algunos tips para aquellos menos duchos en off road.
Las impresiones de nuestros probadores
La pista nos llevó hasta Zarzalejo Estación, desde donde subimos hasta el mirador de Zarzalejo, lugar elegido para el stand up, es decir, para que nuestros probadores se enfrentaran a la cámara de vídeo. Hay que destacar el aplomo y tablas de todos ellos, como habéis ver en el vídeo que acompaña a este texto.
Alejandro González: «Esta moto me parece increíble respecto a la mía, una calidad alucinante, sobre todo el motor. Es una Transalp de toda la vida, muy polivalente»
Daniel Moreno: «Me ha gustado mucho la Transalp, la pantalla, modos configurables intuitivos, asiento muy cómodo… Me ha encantado»
Jesús Francisco Ramírez: «He tenido la oportunidad de probar esta Transalp, que me ha llevado a recordar buenos tiempos. Ha evolucionado un montón, y este motor es una delicia, en la línea de los V originales»
Ramón Rodríguez: «En consumo la moto arroja sólo un 4 y dando caña no llega a 5. Y a nivel dinámico se puede ir muy rápido con ella. La calidad de acabados está pensada para usar en campo, no suena nada»
Francisco Javier Ruiz: «Soy un tipo alto, 1.90, 130 kg de peso y dije: la siguiente tiene que ser una trail y con potencia. Y vaya si la tiene. He ido súper cómodo, es una moto espectacular»
Con todo el material audiovisual listo, emprendimos la vuelta a la oficina, donde esperaban las monturas de nuestros colaboradores tras 12 horas de Transalp Experience. Una jornada muy calurosa, agotadora, pero sobre todo muy divertida para todos los que participamos y que seguro que recordaremos todos para siempre.
Y tú, ¿te apuntas a la próxima?
