Hemos escuchado en los últimos años como Honda y Yamaha juntaban esfuerzos para el desarrollo de vehículos eléctricos. Pero Yamaha, cuyo trabajo va mucho más allá de las motocicletas con un desarrollo muy activo en el sector del automóvil, se ha involucrado con mucha fuerza en el desarrollo de esta tecnología animada por Toyota, con quien tiene unos estrechos lazos.
Y es que Toyota no sólo trabaja directamente con Daihatsu o Subaru sino que también es propietaria, en parte, de Yamaha. La marca de Iwata ya es toda una experta en pequeños vehículos eléctricos, con una gama de bicicletas tecnológicamente muy avanzadas, pero ahora se ven obligadas a ir un paso más allá y rápido, sobre todo porque Toyota parece haber perdido un poco de terreno respecto a otros fabricantes después de apostarlo todo a la pila de hidrógeno, la cual no se ha desarrollado tanto como esperaban.
Para Yoshihiro Hidaka, director ejecutivo de Yamaha, el asunto está claro: “Tengo la sensación de que si no ganamos la capacidad de desarrollar adecuadamente este tipo de motores eléctricos, Toyota ya no nos llamará. Tenemos que cambiar. Necesitamos agregar nuevas habilidades.”
El beneficio es doble porque por un lado, trabajarán codo con codo en el desarrollo pionero de nuevas tecnologías (Toyota está muy comprometida con el avance en las nuevas baterías de electrolito sólido), sino que además podrá extrapolar el trabajo al sector de las dos ruedas y, con ello, poner el mercado soluciones eléctricas cien por cien funcionales para el público.
