No es sencillo encontrar una relación tan prolongada en el mundo de las carreras como la que mantienen Repsol y Honda. La petrolera española, tras el contrato suscrito con el fabricante japonés, patrocinará durante 24 temporadas consecutivas al equipo oficial de HRC, lo que convierte su relación en la más prolongada entre una marca y un anunciante en toda la historia del campeonato. Desde que Repsol aterrizara en Honda en 1995, no ha vuelto a cambiar de aires.
La marca española lleva vinculada a las competiciones motociclistas desde 1971, cuando la R de REPESA (Refinería de Petróleos de Escombreras) apareció en el carenado de las Derbi, comenzando a ganar títulos con Ángel Nieto. La presencia de la marca en el mundo del motor se remonta a 1969, cuando se fundó la Escudería Repsol en las competiciones automovilísticas, por lo que se puede considerar a Repsol como uno de los pioneros en el patrocinio deportivo, junto a otras grandes marcas, como Marlboro o Gauloises, que durante años estuvieron presentes en los Grandes Premios. La diferencia es que la prohibición de hacer publicidad de tabaco, que entró en vigor en 2007, apartó a las tabaqueras del deporte del motor.
Marlboro se introdujo como patrocinador de pilotos en 1972, con Giacomo Agostini y Jarno Saarinen, entre otros, y su logotipo se vería por primera vez en el carenado de las Yamaha de Agostini en 1975, aunque no sería hasta 1982, precisamente con el equipo creado por Agostini con el que regresaba al motociclismo como “team manager” tras una discreta experiencia automovilista, cuando veríamos por primera vez la clásica decoración de la marca de Philip Morris en los carenados de las Yamaha 500 de Graenme Crosby y Graziano Rossi.
La tabaquera suiza estuvo presente en muchos equipos y de muchas maneras, y todavía hoy sigue vinculada al motociclismo a través de Ducati Corse, con una fórmula de patrocinio peculiar, ya que no puede lucir marca ni logotipo, pero apela a la imagen que nos queda en el subconsciente para asociar su nombre al de Ducati.
Gauloises fue otro gran patrocinador desaparecido también con la ley antitabaco. Llegó a las carreras de la mano de Sonauto, el importador francés de Yamaha, en 1975, y se mantuvo como principal soporte de sus proyectos deportivos de forma ininterrumpida hasta 1991. Es, después de la relación Repsol-HRC, la vinculación más larga que se ha dado entre un anunciante y un equipo en el Mundial, nada menos que 17 años seguidos. Luego, la tabaquera gala siguió en competición, de diferente manera, pero en los últimos años fue de la mano de Yamaha en MotoGP.
Tabacalera, la tabaquera española, también un importante y longevo patrocinador motociclista. Ya en 1978 Víctor Palomo lució en los carenados de sus motos el logotipo de Ducados, una marca que sería frecuente en el motociclismo español, junto con Fortuna. La fusión de Tabacalera con Seita (fabricante de Gauloises) dio lugar a Altadis en 1999, convertida en un patrocinador esencial en varias escuderías.
Las limitaciones a la publicidad de tabaco forzó la necesidad de atraer nuevos patrocinadores. Un imaginativo y siempre hábil Sito Pons siempre supo buscar recursos y los encontró en Movistar, que en 1997 pintó por primera vez los carenados de sus motos. La marca de telefonía se mantuvo vinculada al campeonato en diferentes equipos y a diferentes niveles hasta 2005, y tras nueve años alejada de los circuitos regresó en 2014.
Hubo grandes marcas que pasaron por el campeonato, grandes multinacionales: tabaqueras como Rothmans, de la mano de HRC desde 1985 hasta 1993, o Lucky Strike, presente desde 1986 hasta 1996, pasando por el Team Roberts y Suzuki, o Chesterfield, que llegó a la velocidad de la mano de Jean Michel Bayle en 1993 y se quedó durante casi una década. Pepsi también se dejó ver sobre el carenado de Suzuki en 1988 y 1989, y por supuesto petroleras como Elf, que ya lucía su marca en los carenados de MV Agusta desde 1973 y sigue presente en mayor o menor medida en el campeonato, aunque nunca llegó a ser un patrocinador de una gran estructura.
A lo largo de estos años, desde que el patrocinio deportivo se hizo no sólo presente sino imprescindible, han sido decenas de marcas las que han pasado por el Mundial, pero ninguna ha mantenido una relación tan prolongada e íntima como la de Repsol y Honda, cuya prolongada vinculación es verdaderamente inédita.
