Para muchos, la idea de coger una moto y dejar atrás el confort y la seguridad de lo conocido para comenzar una aventura de la que se conoce el principio, pero no el final, supone un reto difícil de asumir. Para otros, el problema de emprender un gran viaje no es otro que el dinero, por no hablar del tema del trabajo y la familia, dos puntales de esta sociedad que se convierten en un ancla que impide emprender la marcha.
Este no ha sido el caso de Polo Arnáiz, un empresario madrileño que un buen día decidió comenzar su particular aventura por América con una Triumph Tiger XC. La primera parada una vez cruzado el Atlántico fue en Miami, con gran parte de la ruta planificada. Como el propio Polo cuenta, al principio todo estaba organizado y contaba con un presupuesto propio de unos 2.000 € al mes para todo lo que necesitara. Así fueron pasando los primeros días, recorriendo Estados Unidos sin mayores sobresaltos. Pero toda aventura tiene sus momentos de tensión y el primero llegó cuando estaba a punto de cruzar la frontera con Canadá. Allí descubrió que el banco, al ver los movimientos de sus tarjetas pensó que era un fraude y anuló las tarjetas, por lo que Arnáiz se vio en mitad de un paraje desconocido y con 150 € en el bolsillo, pero sin posibilidad de hacer una llamada. Angustiado en una situación no prevista para un hombre previsor, se acercó a un hostal, en el que consiguió wifi para avisar a su hermano en España, que le hizo un ingreso en una tarjeta no bloqueada y le reservó un alojamiento ya en Canadá.
Aquella situación límite hizo al español cambiar su planteamiento, comenzar a ver las cosas de otra manera y desde ese momento, cogió esa experiencia de vida para dar un giro a su manera de afrontar la aventura y la vida, dejando atrás a ese hombre obsesionado con la planificación. Desde entonces y a lo largo de un total de 10 meses, Polo recorrió 75.000 kilómetros por los territorios de Alaska, Canadá, EE.UU., México, todo América central, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile, donde sufrió un accidente en el que se fracturó la tibia y le hizo regresar a España, donde se recuperó sin problemas. Atrás quedaron los paisajes más impresionantes del territorio americano, recuerdo únicos de lo vivido y el plan de volver, para recoger la moto y seguir con el camino.
Ese momento está a punto de llegar y el 4 diciembre partirá para Chile a reencontrarse con su Tiger 800 XC, apodada Macarena, y reemprender la marcha. En la cabeza de Polo hay muchas opciones ahora y ningún plan fijo, por lo que se plantea cruzar el Océano Atlántico hasta Sudáfrica y de ahí por el continente africano llegar hasta Egipto, embarcar de nuevo y continuar a dos ruedas desde Turquía.
Sin embargo este plan puede verse alterado por las complicadas situaciones bélicas y políticas de los países que debe atravesar y ha previsto alternativas, como viajar a Corea del Sur para pasar después a Rusia y atravesar Europa. Aunque siendo realista, aún le queda la opción de embarcar en Argentina y regresar a España, algo que no le gusta.
Lo que si que le ha gustado ha sido la posibilidad que Triumph le brindó al conocer su historia, en la que no pidió apoyo financiero a nadie, y después de recuperarse de su lesión, la firma británica en España, puso a su disposición una Tiger 800 XCx, con la que Polo ha estado haciendo de las suyas por el territorio nacional como toma de contacto antes de volver a emprender una aventura en la que ha gastado ya 20.000 € (incluyendo moto), 4.800 litros de gasolina y 6 juegos de neumáticos.
