No es la primera vez que os hablamos de Becci Ellis. Ahora, esta antigua instructora de conducción con 56 años de edad, acaba de pulverizar el récord del mundo de velocidad de una mujer sobre una moto. Más en concreto, sobre su Hayabusa.
La británica alcanzó, ni más ni menos, que 372,38 km/h a lomos de su Suzuki modificada del año 1999. La piloto inglesa ha conseguido, en una recta de 2 km en Elvington (Yorkshire), el nuevo e impresionante récord de velocidad.
Todo, sin carenado y con un enorme intercooler como cúpula. A la Hayabusa le han quitado todos los plásticos y elementos innecesarios para la prueba. Se trata de una «naked«, de verdad. La moto está, literalmente, desnuda.
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El anterior récord de velocidad de una mujer sobre una moto lo estableció Evelyn Scholz en 2015. Evelyn alcanzó la velocidad de 211.398 mph (es decir, 340,21 km/h) en el Salar o la Salina de Bonneville, en el estado de Utah, EE. UU. Épico emplazamiento que todos conoceréis.
En concreto, el nuevo récord tuvo lugar a finales del mes pasado en el Royal Air Force Elvington, o simplemente RAF Elvington. Se trata de un antiguo aeródromo de la Royal Air Force que operó desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial hasta 1992 y que, ahora, además alberga el Museo del Aire de Yorkshire.
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La Sra. Becci logró alcanzar desde parado los 372,38 km/h a bordo de su Suzuki Haybusa preparada y llamada Odyssey. Esta Suzuki turboalimentada, en la que sus propios constructores afirman haber gastado más de 24.000 libras (bastante más de 27.000 euros) y haberle dedicado más de dos años de mano de obra, entrega una potencia superior a los 355 CV. Es decir, un auténtico misil tierra/tierra.
Declaraciones de Becci Ellis tras lograr el récord
En declaraciones a nuestros compañeros británicos, Becci dijo sobre la prueba: «Durante la carrera real, mi cabeza está literalmente situada a la altura de la línea de los ojos. Justo en la parte superior de los relojes. No podía bajar más, de lo contrario no habría podido ver. Además, la presión sobre los hombros era bastante grande”.
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Y continúa: «No sé si es porque todavía soy una vieja loca, no lo sé, ¡pero todavía lo siento! Incluso cuando estás totalmente satisfecha, la adrenalina que tienes te mantiene, te empuja hacia adelante y no notas ningún dolor hasta que terminas. Quería poder ir lo más rápido posible sin restricciones. La gente piensa: maldita sea, 56 años, ¿no debería ser como llegar a la edad de jubilación? Pero, yo no soy así, ni no actúo de esa manera. Simplemente, es lo que soy y lo que me gusta hacer”.
Para terminar, la Sra. Becci declaró: «La aceleración al principio es bastante similar a la que tenía. Para ser honesta, realmente no sientes nada hasta que la máquina está a pleno rendimiento. De hecho, sentí que tal vez mi cabeza no había estado lo suficientemente baja. Al final, deseaba que terminara la prueba porque mi cuello estaba siendo empujado hacia atrás con bastante fuerza«.
La verdad es que, viendo la velocidad y viendo la moto sin cúpula ni carenado, la piloto se tuvo que agarrar a la moto como una auténtica lapa. Un 10 para esta mujer que es un ejemplo de superación y deportividad. Olé.
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