Allá por 2012 KTM nos asombró con su apuesta por las motos eléctricas: su Freeride era una moto de campo silenciosa y de cero emisiones, algo que parecía abría la puerta al futuro. Más de un lustro después las motos eléctricas de campo son por desgracia una rareza (la propia KTM prácticamente lo dejó) aunque sí son una realidad cada vez más presente en las ciudades. Precisamente con esa perspectiva podrían aparecer novedades pronto por parte de la marca austríaca: un scooter y… un “scooter”, es decir un patinete.

El scooter tal como lo entendemos en Europa podría desarrollarse a partir del espectacular prototipo que la propia KTM desveló en el Salón de Tokyo de 2013, tras el lanzamiento de las Freeride. Con una estética que deja sin palabras todavía ahora, y un diseño que clava el agresivo frontal de las últimas realizaciones de los austríacos, la tecnología disponible hoy permitiría sin problema dotarle de un motor de unos 10 kW (compatible con carné A1 o de coche) y una batería capaz de permitir una autonomía equivalente a un depósito de gasolina (entre 150 y 200 km). Si este otoño descubrimos algo así en los salones de las novedades, sería una sorpresa pero una muy agradable sin duda.

El “scooter” tal como o entienden los anglosajones, es decir lo que llamamos patinete, es algo que KTM lleva un tiempo probando y que nuestros colegas de More Bikes UK han pillado en las carreteras cercanas a la fábrica. Se trata como ves de un modelo en fase bastante prototipo, con ruedas de gran diámetro (la delantera parece 21 pulgadas) comparado con los patinetes que actualmente se ven por las calles. Monta un motor en la rueda trasera y baterías en el suelo, con un cuadro de instrumentos sacado tal cual de una Duke 125. Este patinete podría ser en realidad solamente una plataforma en la que hacer pruebas (motores, baterías y controladores) para ese futuro scooter o motos urbanas, pero tampoco podemos descartar que KTM sorprenda con un patinete urbano capaz también de rodar por caminos.






