La KTM FREERIDE E de 2012 fue la primera KTM con motor eléctrico, pensada para un uso off-road puro. Sus ventajas eran claras: ausencia de emisiones contaminantes y ruido. Ahora, con el scooter “E-SPEED”, la marca austriaca se adentra en un nuevo segmento basado en el mismo sistema de motor y baterías para ofrecer una solución similar, pero esta vez en un ámbito de uso más urbano.
El KTM E-SPEED no esconde sus ambiciones deportivas ni en la estética de su imagen ni en el concepto de su parte ciclo, gracias a una serie de soluciones técnicas exclusivas y a las inimitables líneas diseñadas por el propio Gerald Kiska. Siguiendo su reconocida filosofía de que cada componente de una KTM debe cumplir plenamente funciones técnicas y estéticas, la parte ciclo y la carrocería del “E-SPEED” han sido diseñadas de la forma más cuidada posible.
Técnicamente, este prototipo tiene el equivalnete a 15 CV de potencia y un par motor de 36 Nm, supera los 85 km/h de velocidad, incorpora un ligero chasis multitubular de acero y las suspensiones están firmadas por WP.
Stefan Pierer (KTM CEO):
«En KTM estamos plenamente convencidos de la viabilidad de los vehículos eléctricos como perfecto complemento de los motores convencionales. A largo plazo, la movilidad eléctrica se impondrá en los trayectos cortos, especialmente en zonas muy sensibles a nivel de protección del medio ambiente, como la naturaleza abierta y las áreas urbanas con una gran densidad de población. Vehículos como el ‘E-SPEED’ y la FREERIDE E pueden contribuir a que las motocicletas sean mejor consideradas entre la sociedad. No tan solo por sus características medioambientales, sino también por que son fáciles de utilizar, rápidas y divertidas».