Abrió sus puertas hace apenas tres semanas, siguiendo la idea original de su promotor, motero y experto en marketing, al que se le ocurrió proponer al colectivo motorista un concepto nuevo que acoja la mayoría de sus actividades, dentro del diseño de un club. Motor & Fun se propone como un local en el que puedes empezar el día con un reconfortante café, en el que puedes desayunar, tomar el aperitivo, comer o cenar en una coqueta cafetería, rodeado del ambiente más motociclista. Una sensación parecida a la que percibes en uno de esos bares moteros, tan escasos y tan apreciados, pero con una pretensión que quiere ir más allá, pudiendo tomar esta nueva cafetería como punto de partida para las rutas que te propone, participando en sus salidas organizadas, en sus rodadas, en sus cursos de conducción y en otros eventos moteros que irán proponiendo mientras avanzamos en el calendario, añadiendo además su formato de tienda motorista.
Poder tomar el aperitivo dentro de un servicio oficial Yamaha/Bultaco, al mismo tiempo que ves las carreras en directo por TV, verdaderamente es un lujo inédito del que ahora se puede disfrutar en Madrid. Motor & F mantiene todos los días sus puertas abiertas con un horario de cafetería, hasta las doce de la noche, donde puedes comprar cualquier moto del mercado o el artículo que se te antoje de la industria para el equipamiento del motorista. Del mismo modo, puedes disfrutar de la insólita sensación de comer junto a un grupo de motos nuevas en exposición, o cenar con una boutique del motero en el frente e incluso jugar al billar por la noche en la misma mesa sobre la que aparecen expuestas camisetas, guantes o chaquetas durante el día, y también comer un bocadillo, acodado a la barra, al lado de la camiseta firmada por Valentino Rossi, que el local luce expuesta con orgullo.
Un novedoso concepto de vender motos o un formato diferente de concebir una tienda motorista, una nueva propuesta hostelera que rompe moldes para llegar más cerca de los motoristas.
Motor & Fun se propone como un nuevo punto de encuentro, diferente, inédito para los moteros, que acaba de abrirse en Madrid y en el que, cuando menos, vale la pena que nos dejemos caer por la calle Diego de Ayllón, nº 12-16 (Madrid), para tomar siquiera un café.
