El legendario MX-5 de Mazda, también conocido en el argot popular bajo el seudónimo de Miata, es uno de esos automóviles donde las sensaciones son lo que priman. Apunte para aquellos que un no sepan distinguir entre prestaciones y sensaciones: Nada tienen que ver las cifras de potencia final con las sensaciones y experiencia de pilotar cualquier vehículo.
Si aún nos queda claro el concepto tenéis dos opciones: Preguntarle directamente a Morrillu, nuestro Director de Contenidos (vais a salir escaldados, avisados estáis), o ver una de las master class que ofrece Guille Alfonsín en su canal de YouTube a razón de esta cuestión tan incomprendida a día de hoy por muchos aficionados del motor.
Miata con motor de CBR1000RR y turbocompresor: Potencia al cuadrado
Aclarado el tema, volvemos a lo que nos ha traído hasta aquí, el Miata con motor de CBR1000RR que ahora también contará con la ayuda de un sistema de turbocompresor con todos los componentes necesarios para que este ofrezca las máximas prestaciones, tal y como aseguró su dueño en el video anterior. Además, en el video que ha subido el propietario a su canal de YouTube “Reed Makes Car”, este aclara que, hasta el momento de instalar los nuevos componentes en el coche, la potencia final rondaba los 160 CV.
Ahora, con la adición de un turbo Garrett, intercooler frontal de grandes dimensiones y una ECU “Piggyback” con la que gestionarlo todo, además de poner al gusto la curva de potencia, Daniel espera lograr alcanzar la mágica cifra de los 200 CV que, unido a los apenas 700 kilos que pesa el coche en estos momentos, puede terminar siendo, como el mismo lo denomina “un pequeño cortador de calles bastante rápido”, ¿lo logrará?
Inicialmente, se queda a las puertas porque, en la primera lanzada sobre el rodillo, el Miata con motor de CBR1000RR, ahora vitaminado con un kit de turbocompresor, alcanza la nada despreciable cifra de 197,88 CV a 11.500 rpm. Además, también muestra el par máximo que ofrece la mecánica con esta configuración, unos 137 Nm a 9.000 rpm. No contento con ello, realiza unos ajustes en la presión del turbo y entrada de gasolina y entonces se obra el milagro.
En una nueva lanzada, el Miata de Daniel logra sus anhelados 200 CV de potencia. Concretamente a 11.695 rpm, aunque sometiendo el motor a unas exigencias demasiado extremas, tal y como el mismo reconoce. En cualquier caso, seguimos estando ante un molinillo realmente apasionante porque, más allá de la potencia que ahora emite a sus ruedas traseras, está el hecho del bajísimo peso con el que cuenta.
Tal y como sentenciaba Colin Chapman, fundador de la mítica firma de coches Lotus: “El peso es el enemigo. Más potencia te hace más rápido en las rectas, menos peso te hace más rápido en todos los sitios”.
