En 1998 los scooter de 49cc seguían estando muy de moda y algunos había crecido hasta los 125cc. El mercado pedía modelos deportivos y las normas de emisiones eran mucho menos severas. Esa combinación arrojó hace veinte años el scooter más deportivo jamás fabricado: un modelo ligero, de 125cc, pero con un motor de dos tiempos refrigerado por agua ¡de dos cilindros! El sonido (y olor), la rabia del motor de aquel Italjet Dragster no se nos ha olvidado a quienes pudimos probarlo. Eso, y la suspensión delantera sin horquilla, en una época donde eso era único.
Por desgracia la fábrica, creada por Leopoldo Tartarini, cesó su actividad y el mercado cambió de forma que ese modelo no tuvo futuro más allá de 2003 cuando dejó de venderse. Pero en el Salón EICMA de Milán descubrimos una nueva versión del Dragster, con una relanzada Italjet que en tiempos recientes había comercializado unas originales bicicletas eléctricas pero que vuelve “al ataque” con motos y scooter tan llamativos como sus antepasados.
Basta ver las fotos para darse cuenta de que los nuevos Italjet Dragster siguen la línea de los antiguos: chasis multitubular, suspensión delantera alternativa, estética rompedora y muy agresiva… hacen honor a su nombre. El mayor cambio es lógicamente el motor: la Euro 4 (y menos aún la próxima Euro 5) no permite nada remotamente parecido a aquellos motores de dos tiempos, así que se monta un motor monocilíndrico de cuatro tiempos y refrigeración líquida. No conocemos su origen más allá de que es “made in Italia”, no parecen Piaggio y quizás sean parientes actualizados de los que usaron los Leonardo 125 y 200 (estará en esas cilindradas precisamente).
Estos scooter pesarán 108 kg en versión “sin carné” 125 y 112 kg para la 200 cuyo motor declara 20 CV, un incremento notable respecto a los 15 CV (justo en el límite legal) del 125. Las ruedas son tan anchas como parecen en las fotos: 120/70-12’‘ delante y un gran 150/70-13’‘ trasero. La suspensión delantera mantiene el nombre de la antigua: S.I.S. (_“Sistema Indipendente di Sterzo”_₎ es decir un sistema que independiza la dirección de la suspensión (al contrario de lo que ocurre en las tradicionales con horquilla). En Italia el precio rondará los 4.500 y 4.800 euros respectivamente.
