De momento solo son rumores, pero unos rumores que con el paso de las semanas van cobrando intensidad. Y es que el segmento de las neoclásicas (o retro) está empujando con fuerza y ya son varias las marcas que tienen su trozo del pastel. Y todas ellas tienen un denominador común, que no es otro que una cilindrada de aproximadamente 900 cc.
Yamaha fue la primera en llegar con la XSR900 (basada en la MT90), luego le ha seguido Kawasaki con la Z900RS (derivada de la Z900) y por último, este año Suzuki lanzaba la Katana (con motor derivado de la GSX-R1000). Es lógico que Honda tenga también una moto en este segmento, una Honda CB900F, y además por varias razones.
Para empezar, Honda fue precisamente la primera marca japonesa en crear un modelo deportivo en el país del Sol Naciente. Fue en 1959 y tenía por nombre Honda CB92. Una década después. lanzaba la Honda CB750F, la antepasada de las Superbikes modernas. Y ahora estamos en 2019… ¿os dais cuenta de la coincidencia de fechas?
Efectivamente, se cumplirán 60 años del nacimiento de la CB92 y medio siglo de la CB750F. Es por ello que de cara a 2020 y la Euro 5, sería fenomenal que la marca japonesa nos regalase una Honda CB900F, y si puede ser parecida al prototipo que nos brinda Young Machine, mejor que mejor. Por cierto, un prototipo que ya vimos cuando hablamos de la posible vuelta de la GPZ en forma de kit.
Pero Honda debe tener cuidado de qué producto ofrecer. Con la Honda CB1100, al menos en parte de Europa, las ventas no han sido tan altas como se esperaba. Este modelo es el único que realmente es una moto retro, y no una pseudo naked actual vestida con fibras antiguas. Y es que se aventuraron en crear un motor de un litro de cilindrada con refrigeración de aire para que un radiador no estropease la silueta. De esta forma, casi parece un restomod y no una moto moderna.
Pero esto derivó en unos costes de producción elevados y, por lo tanto, un precio de venta mayor que el de sus rivales. Y seamos realistas, en la época del postureo y las fotos de Instagram, poca gente ha sabido reconocer la labor desarrollada por Honda al crear un motor tan complicado.
De crear la Honda CB900F no debería volver a caer en el mismo error y coger la fórmula que ha funcionado para otros. Ese decir, el motor de la Honda CBR900RR (o lo que es lo mismo, el de la CB1000R Neo Sport Cafe), bajarle levemente la cilindrada y envolverlo en una carrocería atractiva. Y si mantiene la doble amortiguación trasera, más pesada y menos eficaz que una cantilever (o Pro-Link como lo llaman ellos), pues ya sería el culmen.
Bueno no, el culmen es que fabricasen una Honda CB900 Four como la que también han creado la gente de Young Machine, con un aspecto tan clásico que casi parece que para ella se ha detenido el tiempo.
Precisamente el tiempo nos dará o no la razón.
