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Visitar una fábrica de motos siempre promete. Hacerlo con la de Norton a vista de dron es, simplemente, impresionante

El cuartel general de la firma británica como nunca antes se había visto
Fotos: Norton
Los casi 7.000 metros cuadrados donde nace la magia de Norton a vista de dron. Un paseo espectacular por sus instalaciones en las que vemos todos (o casi todos) sus departamentos.

En otoño de 2021 abría sus puertas la nueva fábrica de Norton. Un espacio de casi 7.000 metros cuadrados en los que la marca de origen británico tiene su sede, y desde la que se han producido y desarrollado algunos de sus nuevos y espectaculares modelos.

Unas instalaciones modernas y funcionales en las que TVS, la nueva propietaria de la marca, tiene mucho que decir y que supone un cambio enorme en cuanto a la imagen que proyectaba anteriormente Norton. Modernidad y tecnología para crear modelos como la Norton Commando 961, la Norto V4SV o la Norton V4CR.

La entrada es espectacular, pero es solo el principio

Dejando atrás su pasado en todos los sentidos y, también, en el de su anterior factoría, Norton está preparada para su nueva etapa y la muestra de ello es que no han tenido miedo ninguno a abrir las puertas de su fábrica a un dron que nos muestra estancia tras estancia el lugar donde nacen las Norton.

La fábrica de Norton con todo tipo de detalles

Entrando por la puerta de acceso general encontramos toda una declaración de intenciones de la marca. El espacio es amplio, pero a la vez está cargado de toda la esencia de Norton con algunos de sus modelos clásicos, antes de ceder ese terreno a los nuevos modelos que se encuentran cerca del mostrador de recepción.

A partir de ahí llega el momento de ir conociendo el interior de la factoría pasando por los talleres, la línea de producción, los almacenes, las oficinas, algunas de las zonas de desarrollo y pruebas e incluso algunos lugares sensibles donde vemos como se someten a test de calidad a algunas partes.

Eso sí, nos quedamos con la duda de saber qué hay detrás de esa puerta a la que el dron no tiene acceso. Porque hemos podido ver casi todos los secretos de una fábrica, que mezcla la tecnología más actual con el proceso de ensamblaje artesano de la línea de producción, y hasta los detalles finales de las motos y su primera puesta en marcha.

Por ver, hemos podido conocer hasta la zona de descanso y lo cierto es que esta visita de poco más de cuatro minutos, es suficiente para saber que Norton está aquí para quedarse y que su nueva dirección, ha sabido conjugar la esencia de una marca histórica con la tecnología más actual.

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