-¿Cuántas veces habías soñado con la victoria del pasado domingo? «Ostras, llevaba muchísimo tiempo soñando con una victoria en Moto2. El año pasado lo veía lejísimos. El podio de la última carrera de la temporada pasada nos dio mucha moral, gracias a eso la pretemporada nos fue genial y progresivamente fui intuyendo que podía llegar. No sabía cuándo, no quería hacerme ilusiones baldías, pero sabía que estaba cerca. Ahora toca disfrutarla».
-¿Te la imaginabas así? «Sí, más o menos sí. Imaginaba una carrera en la que me divertía muchísimo y al final terminaba venciendo».
-Dicen que la primera victoria nunca se olvida. Esta es la primera que consigues en Moto2 «Me ha encantado. La primera de Indianápolis del 2008, cuando competía en 125, fue extraordinaria y la recordaré siempre, pero esta de Moto2 me va a servir mucho en el futuro. Mantuve la calma al principio, y supe esperar mi momento para dominar e imponerme después, la estrategia salió a la perfección. Esta categoría es muy complicada, siempre está todo igualadísimo, así que una victoria en Moto2 tiene muchísimo mérito, ha sido especial para mí».
-¿La pudiste saborear? «La empecé a saborear ayer al despertar. Me desperté prematuramente, intuí que algo me inquietaba, y cuando me desperecé caí en la cuenta de que había ganado el día anterior, con todo lo que ello supone. Empecé el día súper enérgico, con ganas de volver a casa, comentarlo por el camino con el equipo, y por supuesto compartirlo con toda mi familia al llegar».
-¿A qué te supo cuando cruzaste la meta? «A descanso. A que si uno se empeña, sí se puede conseguir lo que se quiere. El trabajo duro, sin tirar nunca la toalla, siempre tiene recompensa. Me sentí muy feliz al cruzar la meta».
AMA -risas-».
-Nico Terol acostumbra a dar pequeños pasos pero siempre hacia adelante, el domingo diste uno gigantesco… «Cierto. En ocasiones parece que no dé pasos largos, pero en cambio son contundentes. Igual no se traduce en la carrera, porque por ejemplo en Catar cuadramos un fin de semana genial, pero nos faltó rematar en la prueba. Por tanto pudo parecer que no habíamos progresado, cuando en el fondo sí fue así. Lo importante es coger fuerza y confianza, y estar preparado para rematar la faena cuando se presente la ocasión».
-¿Has visto que estás segundo en la clasificación de Moto2 con 27 puntos, y a solo cuatro de Redding? «Sí claro, aunque tampoco es algo que me llame mucho la atención. Me gusta verme ahí, pero esto no ha hecho más que empezar, nos quedan muchas horas de trabajo por delante. No podemos dejar de tener los pies en el suelo en ningún momento. Estamos aquí para soñar pero cimentando nuestros sueños en el trabajo. Está claro que ya tenía muchas ganas de verme delante en Moto2, me ha dado mucha moral. Esto es solo un pasito, hay que seguir avanzando. Ganar me ha enseñado que puedo estar arriba, así que vamos a pelear por ello».
-¿Cómo se elaboró esta victoria? ¿Tus primeras sensaciones del jueves, cuando inspeccionaste el trazado? «Llegué a Estados Unidos enrabietado de Catar, por no haber podido concluir bien todo el trabajo que llevamos a cabo durante el gran premio. Venía con muchas ganas. El circuito me encantó pero estaba un poco inquieto. Di una vuelta andando y otra en scooter, no pude dar más porque cerraron la pista. Me compré el juego de F1 y estuve jugando en casa. Vi que tenía una zona muy rápida, otra muy lenta, rectas súper largas. . . Mi moto adoleció de velocidad punta en Catar, y eso me inquietaba viendo tanta recta en Austin. El hecho de que fuera un circuito tan técnico me generaba dudas, por si no lograba acoplarme a él rápidamente. Traté de estar muy espabilado desde el primer entrenamiento, había que interiorizar el circuito lo antes posible y como fuera. En el primer libre no las tenía todas conmigo, porque en las primeras vueltas no estaba cómodo, algo totalmente normal cuando aterrizas en un circuito nuevo. Volqué toda la motivación contenida de Catar y acabé el primer entrenamiento liderando la tabla, así que primera toma de contacto superada».
MAPFRE Aspar Team te ha ayudado a regresar a lo más alto?
«En 125 tenía un sistema y una experiencia que me permitían estar siempre delante, acostumbraba a rodar solo, y digamos que no me hacía falta buscar referencias, porque lo tenía todo bastante claro. No me costaba encontrar ritmo para las carreras. Después de siete años en 125 llegué a Moto2 donde todo era nuevo. Me costó mucho acoplarme a la moto y a la categoría, me daba la impresión de ir siempre a remolque. Lo más importante fue no sentir la presión externa. Yo soy un piloto que se presiona mucho a sí mismo, nunca descanso, siempre estoy pendiente de qué puedo mejorar o de si estoy haciendo algo mal. Notar que la gente está demasiado encima de mí puede provocar que me bloquee. Resumiendo, lo que realmente me ha ayudado a recuperar la confianza y volver a ganar ha sido la paciencia. Tanto mi gente como el equipo nunca han dejado de confiar en mí, me han espoleado lo justo para mantenerme inquieto, pero jamás me han presionado, y han sido muy pacientes. Todo eso ha hecho que progresivamente volviera a hacer lo que mejor sé, ir rápido en moto».