Parecía que hacía tiempo los vehículos anfibios habían pasado de moda y o bien te hacías con un vehículo para la superficie terrestre o bien te hacías con uno para la superficie acuática. Al fin y al cabo, históricamente los vehículos anfibios (a excepción de los salvajes y espectaculares overcraft) se han defendido bien en tierra o bien en agua, pero sin destacar en ninguno de los dos ámbitos y, normalmente, penalizando en uno de ellos. Es por eso que nos ha sorprendido conocer el Z-Triton 2.0, que no sólo es un trike eléctrico, lo cual ya nos llama la atención, sino que además es un pequeño barco y, por si todo esto fuera poco, también es una casa. Vamos, ahora que está tan de moda las autocaravanas y las furgonetas camperizadas sería más o menos eso pero flotando si lo echas al agua…
Al leer el nombre habrás caído que es la versión 2.0 y en esta ocasión no es una jugada de marketing como aquella de la película Vivancos 3 de la que no había las dos primeras partes (afortunadamente). En este caso sí hay un Z-Triton 1.0 que fue diseñado por Aigars Lauzis después de un viaje en bicicleta desde Londres a Tokio. Al regresar a su Letonia natal tenía claro lo que necesitaba y lo que quería: un transporte sostenible vacacional, que pudiera moverse por el agua y en el que hubiera espacio para dos personas y una mascota. El plan era lanzarlo al mercado en 2021, pero la situación lo retrasó todo y, gracias a ello, llegó la versión 2.0 con algunas interesantes mejoras.
Pero antes de entrar en esas mejoras, repasemos qué ofrece este peculiar vehículo que no sólo es eléctrico sino que además tiene huella de CO2 positiva, es decir: genera más energía de la consumida creando un excedente energético procedente de energías renovables. El motor eléctrico no es muy potente, 1500W pero es que estamos hablando de un híbrido entre bicicleta eléctrica y ciclomotor, con sus luces, intermitentes y placa de matrícula. En cualquier caso su homologación es la de ciclomotor eléctrico de tres ruedas (L2), así que para nosotros lo de dar pedales lo dejamos como opcional. Hablando del rendimiento, es capaz de alcanzar los 25 km/h en tierra y los 5 km/h en agua, cifras razonables para un vehículo que pesa 200 kg en seco y que puede cargar con otros 200 kg si sumamos pasajeros y equipaje. En cuanto a la autonomía, es capaz de avanzar unos 50 kilómetros en tierra firme y 20 en agua. Vamos, técnicamente podría cruzar el estrecho de Gibraltar por autonomía, otra cosa sería la navegación y el tiempo que se tardaría aún con aguas calmadas en superar los 14,4 kilómetros de su punto más estrecho.
En cuanto a las medidas, algo muy importante si piensas dormir en él y más todavía si es acompañado, su largo total es de 3,9 metros por 1,45 de ancho y 1,72 de alto. Eso sí, el compartimento de dormir (en el que no encontramos aseo) es de 1 metro de ancho por dos de largo, así que si estás acompañado es posible que no necesites calefacción y mejor que sea así, porque no tiene. Lo que sí tiene es un espacio de maletero e incluso hueco para una planta y, además, incluye un panel solar para ir generando tu propia energía con la que cargar también el móvil que podrás conectar vía bluetooth a los altavoces en los que también tienes radio FM.
Si te estabas preguntando por el sistema de conversión, pasa de vehículo terrestre a acuático con unos sencillos pasos en los que se pliegan todas las ruedas a la par que se colocan unos estabilizadores y sale una hélice. Para navegar, algo que se hace desde la cabina, se hace con un pequeño volante que, luego, viene bien quitar para poder ganar algo de espacio si decides dormir en el agua, algo para lo que está preparado.
Eso sí, el conjunto no es que sea especialmente barato y se sitúa en 14.500 euros a los que sumar otros 4.500 en caso de que quieras un kit especial. Además, recuerda que al ser un ciclomotor no puede circular ni por autopistas ni por ciclovías.
