Hay que viajar más de 10 años en el tiempo para que de comienzo una de esas historias peculiares, en las que uno puede perder primero y recuperar, después, la fe en el ser humano. Y que nos recuerda que igual que hay personas extraordinarias, hay gente que no merece ni el aire que respira.
Fue justo entonces, hace 10 años, cuando el protagonista de esta historia que nos traen los amigos de Visordown desde el otro lado del Canal de la Mancha, Mark Lewis, perdió la vista. En aquellos tiempos él tenía una especial y bonina Kawasaki Z 1000 J, una moto que a muchos os puede sonar del videojuego para la PS2 Tourist Trophy.
El caso es que en ese momento, el bueno de Mark prestó a un amigo su moto y… Este tipo no se la devolvió jamás. Pero, afortunadamente, además de seres rastreros y despreciables, hay personas que hacen de este mundo un lugar mejor y es en ese punto de la historia cuando aparece Nick Randall.
10 años después es el momento de disfrutarla
El bueno de Nick se puso a buscar al personaje y la moto y aunque le costó un tiempo, varios años en realidad, consiguió traer de vuelta la Z 1000 J. Pero, claro, había un problema, y es que la moto no estaba en el mejor estado posible.
Así que no sólo se conformó con localizarla, sino que la puso al día dando un repaso al motor, arreglando problemas estéticos y, en resumen, poniendo en orden de marcha una moto que llevaba 10 años lejos de su propietario.
Por fin, tiempo después y gracias a varios involucrados, como los compañeros de Visordown y su banco de pruebas, Mark pudo volver a subirse a su moto para un “último paseo”. Y es que es sorprendente ver la facilidad con la que Mark es capaz de hacer todos y cada uno de los movimientos que requieren los cambios de marcha, la aceleración…
Y es que montar en moto requiere muchos sentidos, no sólo la vista y aunque desafortunadamente Mark Lewis la perdiera hace 10 años, el resto de sus sensaciones siguen intactas.
Lógicamente no habrá sido igual que disfrutar de su moto al 100% de sus facultades, pero volver a sentir la potencia, el ruido, las vibraciones… eso ha debido ser tremendo para él.