Ya hemos visto en alguna ocasión diferentes conceptos de carreteras inteligentes, aquellas que son capaces de derretir la nieve o incluso de recargar vehículos eléctricos en marcha. Lo que no hemos visto hasta el momento son carreteras inteligentes de la magnitud que están preparando para conectar Salerno y Reggio Calabria en Italia. En realidad no es una nueva autopista sino que se trata de la A2 a la que se aplicarán nuevas tecnologías durante 400 kilómetros.
Se da la circunstancia de que la A2 ha sido una carretera polémica en el país transalpino por un largo periodo de construcción en su época y una administración no muy acertada, además de muchas obras. El caso es que la Autostrada del Mediterraneo está lista para convertirse en la primera carretera inteligente del futuro.

Para ello va a incorporar tres grandes pilares: conectividad, capacidad de conducción autónoma y la energía sostenible. El primer punto, el de la conectividad, llegará de la mano de conexión inalámbrica de última generación que permitirá, a través de los móviles y una aplicación, conectarse a los usuarios con la propia carretera. Gracias a ello recibirán información sobre peligros, accidentes, obras, rutas alternativas… y todo ello con conexión 5G.
El segundo de los pilares es aún más importante y es que se convertirá en la primera carretera diseñada para la conducción autónoma durante sus 400 kilómetros. Así, todos los vehículos equipados con la tecnología necesaria podrán moverse de manera totalmente autónoma, y se convertirá en la primera carretera europea en admitir plenamente las capacidades de conducción autónoma.
El tercero de estos pilares, es la sostenibilidad y es que el proyecto busca ser totalmente eco-sostenible. Es decir, el plan es que toda la electricidad que necesita para administrar todos los sistemas tecnológicos llegarán de fuentes de energía renovable. Paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas serán las encargadas de obtener la energía necesaria.