Además del GP en el que Jorge Martín y Pecco Bagnaia se proclamaron Campeones en 2018, y Márquez conseguía otra victoria y el título de marcas para Honda (tan deseado por ellos) en MotoGP, éste podría ser el GP de un cambio de paradigma: el principio de un fin de ciclo para Ducati. El circuito de Sepang había sido bastante bueno para ellas y parecía que, a falta de Lorenzo, Dovizioso estaría por lo menos disputando plazas de podio. No sólo no fue así, sino que Dovi acabó bastante atrasado (sexto a 11 segundos de Marc). En contraste, las Yamaha volvieron a funcionar tras la victoria de Viñales en Australia y podrían haber acabado tres entre las cinco primeras. ¿Será un adelanto de lo que veremos en 2019? O Dovizioso se pone las pilas, o Bagnaia nos asombra a todos (que pudiera ser), o Ducati puede pasar a un segundo plano porque dudo mucho que Petrucci (ni me temo Miller) podrán estar de forma consistente delante con las motos italianas. Sí, Bagnaia puede ser la tabla de salvación de Ducati después de dejar escapar a Lorenzo. Pero volvamos al presente.
Tenía que haber sido la carrera de la vuelta de Valentino, pero no pudo ser. Rossi aprovechó muy bien su oportunidad, con sus máximos rivales en este trazado retrasados por la Q2 en agua (o penalización). Hizo la carrera perfecta, muy “estilo Lorenzo”, saliendo rápido, aguantando la primera vuelta delante, y creando una ventaja en torno a un segundo con sus perseguidores. De esos rivales retrasados que citaba, Márquez fue el más rápido en librarse del tráfico y tras sólo dos vueltas y estaba en posición de podio, para situarse a espaldas de Valentino sólo pocas vueltas después. Pero Rossi mantuvo su particular “martillo” con un ritmo rápido y constante, manteniendo o ampliando su ventaja sobre Márquez a algo más de un segundo.
A falta de ocho vueltas Marc apretó el ritmo: para su mente “caníbal” ver al líder un segundo delante debía ser demasiado tentador y aumentó la presión, reduciendo la diferencia. Marc se jugaba la caída (ya tuvo un buen susto al principio, que quizás causó la caída de Iannone detrás suyo por el “susto”) y las cámaras mostraban a un nervioso Alberto Puig negando con la cabeza (¿“demasiado riesgo”?). Y llegó el momento clave, con Marc a medio segundo del líder. No fue como esperábamos el intento de adelantamiento de Marc sobre Rossi (con el morbo de ser en Malasia) sino algo mucho menos emocionante, incluso me pareció… triste. Valentino apretaba para mantener lejos a Marc y apretó demasiado, cayéndose suave pero irremediablemente a falta de cuatro vueltas y dejando una victoria “fácil” a Márquez.
Por detrás Viñales remontaba (tarde) y Rins había hecho lo propio un poco antes: por eso el de Suzuki acabó en el podio y Viñales no, porque aunque tengas ritmo en carrera no puedes perder tiempo en las primeras vueltas como le ocurrió a Maverick… y no es la primera vez. En su descargo esta vez que la Q2 en lluvia fue horrible en su caso, pero Zarco lo dejó claro: tirar fuerte las primeras vueltas le valió para estar en el podio al final.
Pedrosa por fin hizo una carrera en posiciones algo adelantadas, y ahora queda su última oportunidad de despedirse a lo grande (como bien merece) en Valencia. Honda se llevó aquí el título de marcas con la victoria de Marc, ¿le echarán una mano a Dani en Valencia o ya lo ven de color “naranja”?
Moto2: Bagnaia merecido Campeón, estreno de Luca Marini
Con lo contento que estaba Valentino tras la primera victoria de su hermano Luca Marini, y el título de su pupilo Pecco Bagnaia, menudo día redondo hubiera sido llevarse la carrera de MotoGP por delante Marc Márquez… Lo último no pudo ser pero la moral de Rossi estaba desde luego por las nubes cuando se puso el mono para salir a pista el domingo a mediodía. La carrera de Moto2 no podía salir mejor: Luca Marini por fin se estrenó en lo más alto del podio, además tras una carrera impecable. Estuvo superior, heredando de algún modo el dominio que Alex Márquez mostró todo el fin de semana, y que en carrera quedó empañado tras una primera vuelta difícil que ya no remontó. También es el estilo que ha mostrado Bagnaia casi todo el año, aunque aquí quizás por los nervios estuvo menos suelto y controló a Oliveira de cerca.
La carrera en sí tuvo más emoción contenida que otra cosa, porque los primeros puestos quedaron claros en cuanto el grupo se estiró en persecución de Marini. Quartararo acabó rodando rápido y remontando (a última hora dejó a Márquez y Baldassarri detrás suyo) pero los demás no pudieron hacer otra cosa. Quizás Pasini habría podido robarle el podio a Bagnaia al final, pero aunque cada uno hace su carrera para su equipo en esta ocasión quizás siendo ambos de la “escudería Rossi” estuvo bien tal como acabaron… Un mal día para los nuestros, con ese séptimo que sabe a tan poco del menor Márquez tras su fin de semana, o el 10º y 11º de Mir y Vierge. Toca pensar en Valencia y, sobre todo, en 2019 cuando llegarán motos nuevas (motor Triumph y más electrónica) y algún piloto nuevo (Martín y Bezzecchi los más notables), y los dos dominadores de este año (Bagnaia y Oliveira) se van a MotoGP.
Moto3: Martín el (casi) intocable
El asfalto todavía húmedo tras la lluvia nocturna condicionó un poco la carrera de Moto3, adelantada dos horas como las demás para evitar que MotoGP se corriera en una hora con previsión de tormentas. Una carrera madrugadora, más aún en España (tres de la madrugada) pero con la emoción de poder ver a Jorge Martín proclamarse Campeón del Mundo. Jorge cumplió ganando, y Bezzecchi no consiguió quedar mejor que quinto, así que el madrileño se convertía en un nuevo Campeón español, precisamente cumpliendo además la victoria número 600 nacional en GGPP. Tras ganar la Red Bull Rookies en 2014, siempre ha mostrado sus cualidades aunque a veces la suerte o las lesiones le han retrasado. Pero es rápido y listo: qué detalle verle esperar a salir al podio pidiendo su gorra… pese a la emoción del momento. Seguro que seguiremos viviendo sus éxitos en el futuro.
Fue la carrera del Mundial, no sólo porque lo decidió sino porque vimos una buena lucha de tú a tú entre Bezzecchi y Martín, con toques y todo. A falta de 11 vueltas Bezzecchi estaba delante, Martín se mantenía con aparentes dificultades entre los diez primeros, prudente en esas primeras vueltas, y el italiano podría haberse escapado. Martín incluso podría haberse caído con Foggia, McPhee y López. Pero en esa vuelta Martín reaccionó (o decidió dejar de tomárselo con relativa calma) y pasó a cinco de golpe en la frenada de la última curva para ponerse delante.
A cinco vueltas del final Martín volvió a intentar la escapada, esta vez por delante de las Honda de DallaPorta y Arbolino. A tres vueltas, marcó vuelta rápida mientras escapaba de forma lenta pero ya irremediable. Bezzecchi tenía que preocuparse ya más de lo que tenía alrededor que de la escapada de su rival, inalcanzable ya a más de dos segundos de el grupo… hasta pasar bajo la bandera de cuadros. Detrás suyo, Bezzecchi luchó por pasar a Di Giannantonio en la misma meta pero daba igual: quinto o sexto… Martín era Campeón. Enhorabuena.
