La inexplicable decisión de Dirección de Carrera de jugar a los cromos con Oliveira y Mir, tras la carrera de MotoGP del GP de Italia, quedó en un segundo plano tras el fallecimiento de Jason Dupasquier. Sin embargo, este fin de semana en el GP de Catalunya de MotoGP, sólo siete días después, DC vuelve a ser señalada por múltiples situaciones irregulares y peligrosas sobre las que no se ha actuado.
Recordemos, antes que nada, que este ha sido el séptimo GP del año y ha habido, al menos cuatro decisiones polémicas de Dirección de Carrera: el golpe voluntario de Miller a Mir en Qatar, el cambio de puestos mutuo entre Oliveira y Mir en Mugello (aplicando a placer el reglamento) y otros dos eventos increíbles que hemos visto durante las carreras del GP de este fin de semana.
Moto3: ralentizando el ritmo, situación de peligro
Sólo hace una semana se lloraba la marcha de Dupasquier en la categoría de Moto3. Una categoría, como todas las del deporte del motociclismo, en la que la vida está en juego. Pero en Montmeló parecía que nadie lo recordaba, o no muchos, y desde luego así se pudo ver en el tramo final de carrera.
Después de los múltiples intentos de diferentes pilotos por romper el grupo, y los constantes y desmedidos adelantamientos y cambios de dirección en plena recta que ya daban para alguna sanción, cuando quedaban dos vueltas para el final (en realidad una vuelta y un tercio) se puso la guinda al pastel. Pudimos ver una de las acciones más ridículas y peligrosas de los últimos tiempos, cuando con Jeremy Alcoba a la cabeza todo el grupo bajó deliberadamente el ritmo, y entonces pudimos ver hasta a siete pilotos rodando en paralelo porque ninguno quería empezar la última vuelta primero.
Ni un solo sancionado por esta situación, sí por exceder los límites de pista o por acortar en las curvas 2-3. ¿Razonable?
MotoGP: Quartaro y el mono
Si lo vivido en Moto3 podría tener una excusa a la hora de tomar una decisión en caliente al ser tantos pilotos y tener que analizarlo, lo que vimos en MotoGP no tiene lógica ninguna. En el tramo final de la carrera, Fabio Quartararo vivió una de esas situaciones que pasan una entre millones, y es que la cremallera del mono se abrió prácticamente hasta abajo.
El piloto francés intentó subirse la cremallera en marcha y al no poder hacerlo tiró la pechera, una protección obligatoria en MotoGP. El peligro de circular con el mono abierto es tanta, que da hasta miedo pensar en las consecuencias de una caída en cuanto la piel toque el suelo. Sin embargo, mientras aún seguía en marcha la carrera con varias vueltas por delante, Dirección de Carrera no tomó medida alguna para evitar el posible riesgo. Aunque sí notificó antes de que se acabase la misma que sancionaría a Fabio por acortar entre las curvas dos y tres al irse largo a final de recta.
Fue una vez que acabó la carrera cuando DC sancionó con otros tres segundos, que lo relegaron a la sexta posición de carrera. ¿Es normal esa penalización? ¿Es normal que Dirección de Carrera permitiera que un piloto se jugase literalmente la piel? ¿Es normal que GP tras GP cometan este tipo de errores? No cabe duda de que tomar decisiones nunca es fácil, pero su trabajo es velar por el cumplimiento de las normas y por la seguridad de los pilotos. Y, como en cualquier trabajo, si quien está desempeñándolo no es efectivo habrá que buscarle sustituto.
