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Si te toca el Euromillones… ¿qué tal un circuito y un garaje lleno?

Se acerca el día más esperado del año: la Lotería de Navidad puede cambiarte la vida. Si te toca, ¿qué tal hacerte un circuito en el patio de tu nueva mansión, y llenar el garaje de coches y motos de carreras? Pues alguien lo ha hecho realidad.

Alan Wilzig es un multimillonario americano que comparte nuestra pasión por las motos y coches de carreras. Lo que no compartimos es su fortuna, pero por lo menos él sabe cómo disfrutarla. Y ojalá pudiéramos ser uno de sus mejores amigos, porque verás lo que tendríamos a nuestro alcance…

Cuando otros millonarios se gastan fortunas en un cuadro o una escultura, o un baño de oro, Alan tiene un gusto mucho mejor. En nuestra opinión, claro. Para empezar se construyó un circuito privado de asfalto, con casi dos kilómetros de recorrido, en el jardín de su mansión en el Valle del Hudson cerca de Nueva York. El circuito tiene forma de herradura, puede usarse en ambos sentidos, tiene nueve curvas arcenes de césped, 24 metros de desnivel, y está rodeado de AirFences por si te caes. Según él ha habido ya cuatro caídas fuertes, sin heridos.

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Alan tuvo esta idea cuando un día casi fallece en un accidente un amigo con el que montaba en moto. Se dio cuenta que después de haber recorrido más de 150.000 kilómetros en todo el mundo sin accidentes, cualquier día en cualquier cruce le podía tocar a él. El dinero le llegó de su padre, dueño del banco Trust Company de New Jersey, que vendió un año después de que falleciera: 726 millones de dólares en 2004. Tres millones le ha costado hacer el circuito.

Su única manía es no tener coches ni motos alemanas: su padre estuvo en Auschwitz y 59 parientes suyos fallecieron en campos nazis… así que ni BMW, Mercedes o Porsche. Si su circuito impresiona, su garaje también, con 110 motos y una docena de coches. Las motos son su diversión favorita, y echar carreras con amigos… o su nueva novia, una chica de 23 años. Alan tiene dos hijos de su anterior matrimonio pero los niños, de 10 y 11 años, no tienen por ahora ningún interés en su garaje.

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Un garaje construido para esto, con una colección valorada en unos 5 millones de dólares. Ahí tiene también un centenar de monos de cuero y cascos de varias tallas, para que nadie se quede sin rodar. Alan sabe que hay otros con mejores colecciones, con coches más exclusivos que su monoplaza o su McLaren, pero los demás no los disfrutan como él: “Sí, hay quien tiene un Ferrari que pilotó Steve McQueen y hapagado millones por él, pero sólo lo saca el domingo para ir a comer… Aquí puedes divertirte de verdad con estos coches, que es para lo que se hicieron”. ¡Sin duda!

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