Zontes, la marca del gigante chino Guangdong Tayo Motorcycle Technology Co. Ltd. (en el mundo moto desde 2003) aterrizó en nuestro país en 2018 de la mano del experimentado Grupo ONEX, avalados por 30 años como distribuidor de marcas tan prestigiosas como Ducati o Royal Enfield. La apuesta inicial se centró en modelos monocilíndricos de 312 cc específicos para carnet A2, pero no se han quedado ahí.
Así, a los cinco modelos del catálogo actual (R310, T310, T2-310, V310 y X310) se suman tres incorporaciones, esta vez con nueva motorización de 125 cc. Por un lado, la Zontes U125 refuerza el segmento naked streetfighter, mientras que la Zontes U1-125 es la variante trail-motard, dejando la G1-125 para los amantes de las monturas neo-retro.
La G1-125 ataca directamente a otras rivales del segmento neorretro, también con mecánica «mono» 4 válvulas y llanta delantera de 17″, como la Benelli Leoncino 125, Honda CB125R y SWM Outlaw/AOS 125.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
La Zontes G1-125 comparte plataforma con los otros dos modelos del catálogo mencionados, si bien mantiene un diseño, equipamiento y accesorios específicos para el enfoque scrambler urbano del que hace gala. Las principales diferencias respecto a ellas pasan por el completo rediseño de la carrocería (de líneas más conservadoras) con faro delantero circular, portamatrícula convencional, depósito de gasolina de 20 l., asiento monopieza (se abre desde el contacto), llave de contacto convencional, defensas de carrocería y neumáticos mixtos CST CM-AD01 con tacos.
Además de recurrir a un propulsor Euro 5 de última generación, esto es, un monocilíndrico DOHC 4 válvulas refrigerado por agua con inyección electrónica Bosch de 14.6 CV a 9.000 rpm y 13 Nm a 7.000 rpm, añade iluminación full-LED, embrague anti-rebote, doble modo de conducción (Eco y Sport), batería de litio y ABS Bosch 9.1 M.

A nivel chasis, destaca su bastidor tubular de acero con basculante asimétrico en fundición de aluminio y refuerzos externos, horquilla invertida (no reg.) y monoamortiguador trasero (reg. en precarga). Manillar de conicidad variable, cubremanetas racing, piñas retroiluminadas, instrumentación LCD monocolor, llantas mecanizadas (ambas de 17″), manetas regulables en distancia, bloqueo de cerradura, intermitentes con rejilla de plástico y toma de corriente USB frontal completan el conjunto.
Puestos a pedir, sólo se echa de menos un tapón de depósito unificado, una instrumentación TFT a color con conectividad o empleo de llave de proximidad, elementos que sí incluyen otros modelos de la marca de la «Z».

EN MARCHA
La Zontes G1-125 es una moto muy accesible y cómoda, con una distancia asiento-suelo de 83 cm (con mi 1.80 llego de sobra con los pies al suelo) y unas estriberas muy centradas. Además, sus 160 kg en orden de marcha refuerzan esa agilidad que buscamos en una 125, lo que unido a la estrechez del conjunto y correcto funcionamiento de la suspensión, se traduce en unas reacciones muy intuitivas y rápidas. El manillar ancho es ideal para apoyarte en los cambios de dirección y ganar confianza rápidamente.
Respecto al motor, la culata de 4 válvulas es esencial para conseguir una respuesta más viva y una mayor estirada del monocilíndrico, siendo muy competitivo en ámbito urbano. Adentrarte en vías de circunvalación esporádicamente también es factible, si bien con ciertas limitaciones debido a su cilindrada, aunque no te deja tan «vendido» como las motorizaciones chinas de 2 válvulas. Otro punto fuerte es que, gracias a su depósito de 20 litros y el bajo consumo, su autonomía es sorprendente, pudiendo alcanzar más de 500 km fácilmente sin mucho esfuerzo.

La estabilidad en marcha se asemeja a la de modelos de superior cilindrada, incluso rodando por pistas de tierra, apostando por una seguridad off road evidente. Con pasajero el confort de marcha se mantiene, gracias al concepto scrambling que permite el uso de un asiento de una pieza casi horizontal
Asociar los términos 125 y cutre es, cuanto menos, incorrecto y trasnochado si disfrutas de motos como nuestra protagonista.
