En España se conduce por la derecha, y eso significa que en vías de varios carriles siempre se debe circular por el situado más a la derecha posible, salvo en caso de adelantamiento. Esto, que parece muy sencillo y fácilmente comprensible, parece que no lo es tanto visto cómo conduce la mayoría de coches (y muchas motos también) por nuestras carreteras. Quizás sufrimos una epidemia de dislexia sin saberlo. Pero es de esas cosas que a la DGT parecen no preocuparles, sin darse cuenta que generan tensiones y conflictos que sí pueden desencadenar algún accidente.
El caso es que existe una tendencia clara a dejar desocupado precisamente el carril más a la derecha, en lugar de circular por él. Es posible que sea una especie de “complejo”, ya que por el carril derecho deben estar los vehículos más lentos. Pero eso es una perversión de la norma, que dice que se use el izquierdo solamente cuando se adelanta. Cuando la carretera o autovía tiene dos carriles, hay un cierto “orden” con tráfico más pesado o lento a la derecha (camiones, autocares o personas en coche sin prisa) y otros que van adelantando por la izquierda. Cuando el tráfico es más denso, para evitarse la “molestia” de andar cambiando de carril muchos conductores se quedan en ese carril izquierdo en permanencia, aunque el siguiente en ser adelantado en la derecha esté algo lejano, y ahí empieza el problema.
Cuando tenemos tres y hasta cuatro carriles, es cuando ese problema se hace peor. Parece insólito observar muchas veces el carril derecho totalmente vacío de tráfico, salvo algún camión. En el segundo carril, autobuses y algún coche que circula tranquilamente (pero que podría, debería, hacerlo por su derecha). En el tercer carril está el problema: ese carril debería ser para adelantar pero ahí se quedan muchos conductores circulando distraídos. Por pereza o mala praxis no cambian al derecho (segundo) y obligan a otros a usar el cuarto, que directamente debería usarse puntualmente para algún adelantamiento. Cuántas veces habré circulado tranquilamente en moto por los dos carriles derechos, despejados, viendo cómo supero esa tercera fila… Y cuántas, con prisa, pretendes adelantar y no puedes usar el carril izquierdo o el tercero porque están “bloqueados” por conductores… ¿disléxicos?.
Hablando de mis desplazamientos: fijarse en los demás cuando vas en moto es importante y ayuda a anticipar algunos de sus movimientos, evitando riesgos. Hago a diario un mínimo de cien kilómetros al día y tengo calculado que supero una media de diez vehículos (la mayoría coches) por kilómetro, en condiciones normales de tráfico. Al día, pues, acabas pasando a unos mil vehículos. Si hay atascos importantes y tráfico menos fluido, entonces esa cifra puede triplicarse o más. Viéndoles cómo sujetan el volante, cómo miran el móvil a ver el último mensaje o cómo escriben incluso, y un largo etcétera de actitudes incorrectos (y hasta ilegales), entiendes alguno de esos accidentes aparentemente absurdos que ocurren. Y te hace ser todavía más precavido yendo en moto, aumentando tu concentración en lo que estás haciendo (conduciendo) para compensar la desatención de los demás…
