Como si no fuera bastante con el periodo económico que estamos sufriendo y la repercusión que está soportando el sector de las dos ruedas, ahora se le añade una nueva traba.
Francesc Narváez, concejal de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, ha anunciado que implantará un sistema de zona azul para motos en la ciudad condal.
Un acto de hostilidad más para el sector y los usuarios que menos incidencia tienen en el tráfico caótico de las ciudades. Como no puede ser de otra manera, ya que no tiene justificación alguna, el objeto es puramente recaudatorio. Sin duda esta medida va a levantar ampollas tanto el grupo políticos opositores, como en los usuarios que solo podemos ver el egoísmo y la injusticia de una medida sin sentido.
Creo que sería mucho más interesante que ayudaran a fomentar el uso de las dos ruedas en la ciudad, que sin duda contribuiría en gran medida a reducir las emisiones de CO2 que tanta incidencia tienen en las grandes ciudades, pero claro está, algunos de nuestros políticos solo pueden pensar con el bolsillo y sin la posible funcionalidad en sus propuestas.
