A las puertas del EICMA 2023 las novedades de cara a 2024 no dejan de llegar. Una de estas novedades, que podremos ver en los próximos días en Milán, es la Velocifero Race-X. Se trata de una moto eléctrica, con un claro corte scrambler que integra a la perfección el diseño clásico de las scrambler con la electrificación.
Y es que lo llamativo de la nueva Velocifero Race-X es, precisamente, que presenta una opción razonable en el plano estético pero a su vez atractiva. Aquellos tiempos en los que las motos eléctricas parecían de todo menos motos parece que está llegando a su fin, y ahora los fabricantes se centran en ofrecer motos a gusto del consumidor y que cubran sus necesidades de movilidad.
Precisamente ese segundo punto sigue siendo el más importante en una moto, y parece que la Velocifero Race-X está preparada para competir en el día a día de la ciudad. No hay que pasar por alto que a pesar de su estética, y de ese llamativo doble disco de freno delantero, estamos ante una moto del A1 o del B convalidado. Por tanto, es una moto que debe desenvolverse con soltura en el día a día de las ciudades.
Para ello el motor cuenta con una potencia nominal de 7 kW, es decir 9,5 CV y un par máximo que impresiona: 220 Nm. El rendimiento del motor la lleva a alcanzar los 110 kilómetros por hora según su fabricante. Eso la sitúa en el rango que podemos esperar de muchas 125. En cuanto a la autonomía, los números ofrecidos no tienen mala pinta, pues Velocifero habla de 170 kilómetros.
Se trata de una distancia más que razonable y la consigue gracias a la batería de iones de litio de 6,48 kWh. Aunque lo interesante en este caso es que además de poder cargar la Velocifero Race-X en tu propio cargador privado también se puede hacer en las estaciones de carga de tipo CA, lo que baja el tiempo de carga.
Más datos de sobre la Velocifero Race-X
Un punto importante y llamativo es el peso. La moto con la batería, que pesa 43 kilos, pesa un total de 153 kg. Puede parecer un poco elevado para una moto del A1, pero lo cierto es que no está tan lejos de alguna de las 125 de referencia e, incluso, está por debajo de alguna. Para hacerse una idea, la Honda CB125R pesa 130 kilos por los 140 de la Yamaha XSR 125 mientras que la KTM Duke 125 sube a los 156.
Hay que decir que la moto cuenta con un chasis y un basculante de aluminio, lo que sin duda les ha ahorrado peso. Delante monta horquilla invertida y pinzas radiales para el doble disco de 320 mm que mencionábamos anteriormente. Detrás un monoamortiguador se encarga de todo el trabajo. Las llantas, por cierto, son de 17 pulgadas delante y 15 detrás.
A todo esto hay que sumarle iluminación LED y cuadro TFT para ofrecer una moto atractiva en lo visual y efectiva sobre el papel en el plano práctico. Eso sí, aunque ya la podamos ver, habrá que esperar a que llegue al mercado en marzo de 2024.
En Italia, país originario de Velocifero (los mismos que prepararon un scooter eléctrico de 200 CV), la Race-X se venderá por 7.600 euros y estará disponible en dos colores.
