Hace dos años Suzuki completó la parte alta de su gama naked deportiva, ocupando un hueco dejado por la antigua B-King 1300 (2007-2012) empleando para ello la base de la GSX-R1000, impulsada por el tetracilíndrico en línea K5 de carrera larga (73.4 mm x 59 mm) de la tercera generación SBK (2005-2008). La potencia declarada es de 146 CV a 10.000 rpm con 106 Nm de par a 9.500 rpm e incluye control de tracción (desconectable y con 3 niveles de intervención), ABS Bosch o instrumentación full LCD.
Otros de sus puntos fuertes pasan por la adopción de tecnología ESS (Easy Start System) para facilitar el arranque de la moto, suspensiones Kayaba presidida por una horquilla invertida multirregulable de 43 mm, pinzas delanteras radiales Brembo y luz trasera LED.
Por su parte, la Suzuki GSX-S750 ha sustituido este año a la GSR750, con la que comparte el chasis de acero, añadiendo numerosos cambios que consiguen que visualmente sea más atractiva y el comportamiento sea mucho mejor: carrocería, basculante de aluminio de sección variable, llantas aligeradas, suspensiones Kayaba, discos de freno lobulados, pinzas radiales Nissin, motor GSX-R750 de 114 CV, control de tracción, intrumentación full LCD, etc.
La Suzuki GSX-S1000Z está disponible por 12.799 €, mientras que la GSX-750Z cuesta 9.299 €, 100 € más que sus respectivas versiones estándar.