La llegada de Ducati a MotoGP supuso una revolución. La marca europea desembarcaba en la categoría reina en la era moderna para poder plantarle cara a las intocables Honda y Yamaha, las grandes dominadoras de las últimas tres décadas en 500 con permiso de Suzuki. La Desmosedici pronto destacó no sólo por un diseño diferente en el que recurría a sus bastidores tubulares sino por unas prestaciones en recta capaces de sacarle los colores a las otras marcas. Así fueron cimentando su prestigio en MotoGP demostrando que no solamente sabían hacer grandes motos para SBK sino que también eran capaces de producir prototipos de primer nivel.
Aún así tuvo que pasar un tiempo hasta que alcanzaron la gloria por primera y, de momento, última vez de la mano de Casey Stoner en 2007. Justo ese año Ducati “regalaba” a la humanidad la primera MotoGP de calle, lo más cercano a una moto de Gran Premio de la categoría reina que llegaba al mercado en más de dos décadas y lo hacía con la Desmosedici D16RR (Race Replica). Una auténtica bestia que replicaba realmente la moto de carreras aunque pensada para poder circular por la calle y, además, no necesitar el exhaustivo mantenimiento de una moto de carreras.
Así, con su motor V4 de 989 cc a 90º, levas accionadas por engranajes, encendido de doble pulso, cigüeñal de acero forjado o cárteres y culatas de aluminio fundido en arena, era capaz de alcanzar los 200 CV con la centralita y escapes para circuito. En calle estaba configurada para cumplir las diferentes normativas del momento y “solamente” entregaba 180. Pueden parecer cifras bastante normales si las comparamos con las deportivas actuales e incluso las de aquél momento no andaban excesivamente lejos, pero la Desmosedici D16RR tenía y tiene otra ventaja: su peso. En la báscula marcaba 171 kg en seco y 192 con los llenos. Para que te hagas una idea, con todo lo que han avanzado las motos en estos años la Panigale V4 S de 2022 (15 años después) ofrece 215 CV para 175 kg en seco. Con todas estas cifras el modelo de serie alcanzaba los 305 kilómetros por hora, nada mal para una moto de calle.
Además, la moto incluía muchos detalles que no hemos visto en la calle hasta hace poco y en los modelos más avanzados o que, incluso, ni han llegado a la calle. Los frenos, sin ir más lejos, eran los mismos que empleaba Ducati en sus MotoGP para mojado mientras que las suspensiones eran la Öhlins FG353P presurizadas de 43 mm para el tren delantero y para el trasero un monoamortiguador PRXB. También sacado directamente de MotoGP llegó el bastidor con alguna ligera adaptación y el LCD que empleaban las motos de carreras. Culminaba esta joya todo su carenado de fibra de carbono y los protectores térmicos de un compuesto de cerámica de carbono. Para rematar, unos neumáticos especiales de Bridgestone calzados en unas llantas de magnesio forjadas de Marchesisi en 16″.
Con todo esto el precio en aquel momento superaba los 70.000 euros, una cifra bastante moderada teniendo en cuenta que hablamos no sólo de una réplica real de MotoGP sino de una edición limitada a 1.500 unidades. Si toda esta explicación te ha dado ganas de poder tener una en tu garaje, estás de buena suerte y es que la unidad 173 está a la venta. Eso sí, hay que viajar hasta California para hacerse con ella y después de ganar la subasta que está en marcha en Iconic Motorbikes. Por el momento la puja ya supera los 45.000 dólares para una unidad que cuenta con unos 11.500 kilómetros en su marcador.
Como no podía ser de otra manera, la moto se ha mimado durante este tiempo con reparaciones de mantenimiento, piezas de desgaste… además de cambiar algunas piezas originales como las pinzas Brembo actualizadas, la sustitución de la llanta trasera de 16” por una de 17” también Marchesini pues los neumáticos de 16” son complicados de encontrar, una pegatina de Nicky Hayden y algún que otro detalle. Aun así, la moto se encuentra en perfectas condiciones y en el listado de comprobación del vehículo no se encuentra ningún detalle que haya llamado la atención de los verificadores. Nada mal para una moto con casi 15 años a sus espaldas.
