Steve McQueen es uno de los mayores mitos cinematográficos de todos los tiempos, y más todavía para los amantes del motor. Su vida previa a ser una estrella, su vida cuando fue una estrella y hasta la lucha contra la enfermedad que acabó con él, le encumbraron. Pero todo ello, 44 años después de su muerte hace que siga siendo una estrella que brilla con mucha fuerza.
Hemos hablado largo y tendido de McQueen en otras ocasiones, pero es imposible no vincularlo directamente con las motos. Actor de profesión, pero piloto por pasión y talento, alternaba dos y cuatro ruedas, que fue donde cosechó sus mayores éxitos.
Aun así, su vinculación con las motos fue mucho más emblemática. Le daba ese toque de rebeldía que siempre tuvo y dentro de esas muchas motos que condujo, estuvo la Métisse MK3 que montaba el motor Triumph de una Bonneville del 67. Con ella se lanzó a las carreras por el desierto convenientemente modificada y, a la vez, sentó las bases para que con los años la propia firma británica sacase réplicas.
Méttise sacó 300 unidades para conmemorar el 30 aniversario de la muerte de McQueen
Eso sucedió coincidiendo con el 30 aniversario del fallecimiento de McQueen, y pusieron en el mercado solamente 300 unidades para todo el mundo. Ahora una de estas joyas, que se fabricaron de la misma manera que en su momento y que cuenta con motores originales de las Bonneville, sale a la venta.
Se trata de una unidad matriculada en octubre de 2017, pero circular con ella por nuestras carreteras no sería posible porque no tiene todo el sistema de iluminación necesaria. Lo que no le falta son los escapes perfectamente cromados, los frenos de tambor, pata de arranque, asiento… Y, por supuesto, la firma de Steve McQueen en el depósito.
La moto cuenta actualmente con 550 millas en su odómetro, 885 kilómetros, y está a la subasta en Inglaterra. Lo malo es que ya no la podrás comprar porque la subasta acabó este fin de semana y fue vendida por 16.500 libras, nada menos que rozando los 19.500 euros al cambio actual.
