Los riders de medio planeta miran ya de reojo al pequeño diamante en bruto del motocross español. Cuando sube a la moto, el gallego tiene un talento natural que le permite hacer posible lo imposible, logrando genialidades que ningún rival puede alcanzar a realizar.
Jorge Prado García nació en Lugo un 5 de enero de 2001. Se podría decir que casi aprendió antes a montar en moto que a caminar, ya que con sólo 3 años empezó a rodar en una moto de trial, modalidad de la que fue campeón de Madrid. A los 7 años comenzó a competir en motocross, logrando ser vencedor en 2009 del Master Kids 65cc en Bélgica y campeón de España 2010 de la misma categoría. Pero no fue hasta un año después cuando empezaron a llegar los títulos internacionales: en 2011 se proclamó campeón de Europa y campeón del mundo de 65cc, toda una hazaña, ya que se convirtió en el campeón del mundo más joven de la historia.
En 2012, el equipo KTM Red Bull fichó al el joven gallego por cinco años, convirtiéndose en el fichaje más joven de la historia de la marca austríaca, y se estrenó en la categoría de 85 cc, en la que ha corrido campeonato del Mundo (logrando un quinto puesto), campeonato de Europa y el campeonato nacional alemán ADAC MX.
Recientemente pudimos verle en Red Bull Give Me Five, donde demostró su calidad, venciendo a todos los rivales de su categoría con un margen de ventaja de hasta 12 segundos. Allí, aprovechamos para sentarnos a charlar con el joven piloto.
-¿Cómo descubriste tu afición al motocross?
«Un día, con 4 años, mi padre me llevó a un circuito de motocross y pude probar por primera vez una moto de cross. Al cumplir los 6 años me compré una Factory y empecé a correr en circuitos. Desde entonces no he parado, y no podría hacer otro deporte que no fuera el motocross. El motocross es mi vida».
-¿Cómo ha sido la última temporada?
«Empecé con bastante buen ritmo pero a mitad de temporada me rompí la clavícula y me costó volver a coger el ritmo. Ahora ya estoy al 100 %, pero si no me hubiese lesionado podría haber ganado el Campeonato de Europa. He tenido que retrasar los entrenamientos por la lesión. Aunque no me tuve que operar, tuve que estar parado cinco semanas y solo dos pude coger la bici, antes de coger la moto. Llegué al Mundial sin fuerza y acabé quedando quinto. Después vino la final del europeo, donde lo pasé bastante mal».
-¿Cómo es la vida en Bélgica?
«En Bélgica es todo más fácil que en España. El colegio es más sencillo y tengo más tiempo para entrenar. En España siempre entrenaba en el mismo circuito y en Bélgica puedo elegir donde quiero rodar, además de poder entrenar más horas y entre semana».
No podría hacer otro deporte que no fuera el motocross
-¿En qué consisten tus entrenamientos?
«Mi entrenamiento principal se basa en rodar en moto, entrenamientos físicos y BMX. Un entrenamiento mío sobre circuito suele consistir en 3 mangas de 25 minutos más dos vueltas, lo que me lleva unas tres horas, ya que descanso media. Para ser bueno en este deporte se necesita mucho trabajo y no es fácil ganar. La clave para ganar es entrenar, entrenar y entrenar».
-¿Qué supone para ti entrenar con campeones del mundo de motocross?
«Es el mejor aprendizaje posible. Entreno a diario con pilotos que son mis ídolos, como Tony Cairoli o Jeffrey Herlings. Son pilotos de los que puedes aprender muchas cosas. Al verles rodar en el mismo circuito aprendo mucho de ellos».
-¿Qué expectativas tienes para la próxima temporada?
«El año que viene creo que estaré muy bien de forma. Espero no tener ninguna lesión, ya que cualquier lesión te puede fastidiar un año y tirar abajo todo. Vamos a entrenar bastante para conseguir los títulos. Creo que va a ser un buen año».
