El Nissan Leaf es uno de los utilitarios híbridos eléctricos que han logrado implantarse con cierta solvencia en los mercados en los que está presente, incluido España. Un modelo que busca la eficiencia por encima de las prestaciones netas. Justo al otro lado del ring haciendo un símil de boxeo encontramos a la Kawasaki ZX-10R. También es, en sus diferentes versiones y desde hace muchos años, una de las deportivas por excelencia y como tal siempre se ha buscado el rendimiento por encima de cualquier otra cosa.
Es por eso que el pensar en juntar estos dos vehículos es algo tan peculiar y eso es, precisamente lo que ha hecho el protagonista de este vídeo y esta preparación, Derek Young. Ha cogido una parte del Leaf y otra parte de la Ninja y las ha combinado para conseguir el “juguete” perfecto. Por suerte para nosotros (y también para él) lo que pensó es en ponerle el motor de la moto al coche, imagina lo que habría pasado si la historia hubiera sido al revés…
En el vídeo de 11 minutos se puede apreciar perfectamente el trabajo, complicado por cierto, que ha tenido que hacer el protagonista. El sistema motriz del coche no sirve para nada y a eso hay que sumarle que hay que conseguir que el motor de la moto haga funcionar el conjunto. No hay que perder de vista además que no solo es cuestión de colocar el propio motor, sino que además hay que encargarse de que tenga una refrigeración correcta, una salida de escape nueva, un depósito de gasolina que conecte con el nuevo motor y acoplar el cambio de marchas.
Así que con esas cuatro premisas la solución más sencilla es colocar el motor en la parte trasera, darle tracción precisamente a esas ruedas traseras y aprovechando el depósito de gasolina de la ZX-10RR también colocar el combustible atrás. Pero claro, esto supone un problema para la refrigeración así que la solución es forzar la entrada por la ventanilla trasera con una toma espectacular.
La modificación no obstante va mucho más lejos y es que lo que han conseguido es seguir teniendo todo el sistema híbrido original, manteniéndolo y dejando solo la preparación para cuando quieren divertirse. Sin duda la capacidad de ingenio de la gente no deja de sorprendernos ¡y nos encanta!
