Nada más frustrante que realizar un trámite o una reclamación en una dependencia de la administración pública, como una oficina de la DGT, y que no podamos hacer nada porque para ser atendidos teníamos que pedir una cita previa.
Pues esto va a cambiar, o al menos eso ha anunciado el ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, este miércoles 31 de enero, al afirmar que se harán cambios en la ley para obligar a las administraciones públicas a atender a todos los ciudadanos sin obligarlos a solicitar una cita previa.
“Para reforzar la confianza de los ciudadanos en la administración pública tenemos que poner fin a la cita previa obligatoria”, declaró Escrivá, y que “para ello se requiere un cambio normativo del artículo 14 de la Ley de procedimiento administrativo común de las administraciones públicas”.
Qué dice el artículo 14 de la Ley de procedimiento administrativo
En este artículo de la Ley 39/2015 se señala que las “personas físicas” podrán relacionarse con las administraciones de forma presencial o electrónica, a menos que sea obligatoria. Pero en el mismo artículo se señala que las administraciones pueden determinar cómo va a ser la relación con el público o, en palabras de la ley: “El medio escogido por las personas para comunicarse con las administraciones públicas puede ser modificado por aquella en cualquier momento”.
Para asegurar que cada ciudadano sea atendido sin necesidad de solicitar una cita previa a través de internet u otros medios, es fundamental cambiar este artículo, y es lo que el gobierno ha anunciado a través del ministro en el Congreso de los Diputados.
¿De dónde salió aquello de que “no se atiende sin cita previa”?
Las gestiones y diferentes trámites en las distintas oficinas de la administración pública pasaron a ser no presenciales, o presenciales con cita previa, en primer lugar, como una forma de facilitar los trámites y que las personas no tuvieran que acudir a las oficinas para realizar cualquier gestión.
La cita previa sirvió también para evitar filas y aglomeraciones en los espacios de la administración pública, que fue de gran utilidad durante la pandemia de Covid-19, pero que ya no tiene razón de ser.
Qué pasa en la DGT
Aunque más del 90% de los trámites que se hacen ante la Dirección General de Tráfico se pueden realizar de forma no presencial, a través del teléfono, de la página web de la DGT o de la aplicación móvil (AppmiDGT), hay sectores de la población que no manejan las nuevas tecnologías o simplemente no tienen acceso a ellas. Y por esta razón no pueden llevar a buen término, y a veces ni siquiera empezar, diferentes gestiones en este organismo.
Conseguir cita previa para cambiar la titularidad del vehículo, un trámite obligatorio y que establece un tiempo limitado para hacer el cambio de propietario, puede ser un verdadero martirio, de acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Además, es habitual encontrarse una y otra vez con el mensaje “el horario de atención al cliente está completo para los próximos días. Inténtelo más tarde”.
Si se modifica el artículo 14 de la Ley de procedimiento administrativo y se impone la propuesta del ministro de Transformación Digital de prohibir el uso de la cita previa obligatoria, los funcionarios se verán obligados a atender a todas aquellas “personas físicas” que se presenten para realizar un trámite, aunque será, naturalmente, “por orden de llegada”.
