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¿Sabes qué se hace con las MotoGP cuando ya no se usan?

Seguro que no te va a gustar…
Fotos: MotoGP
Es probable y no es para menos, que alguna vez hayas fantaseado con poseer alguna moto de Gran Premio o incluso, afinando más, una MotoGP. Sin embargo no es solamente cuestión de dinero que consigas una, y es que el final de muchas de estas joyas quizás no es como te piensas…

Los problemas que afectan a Suzuki en Japón han ido arrastrando a toda la compañía a dejar la competición, incluso a nivel nacional. No ha habido sección que se salve, ni coches ni motos de la marca de Hamamatsu recibirán atención oficial, lo que no quiere decir que a nivel privado haya equipos que puedan seguir usando las máquinas de competición. Aun así, las dos bajas más notables en el mundo de las dos ruedas serán las del Mundial de Resistencia y, especialmente, la del Mundial de MotoGP.

Haber acabado el año venciendo dos carreras no ha sido suficiente para que Suzuki pudiera plantearse dar la vuelta a la situación y, por tanto, las GSX-RR de 2022 son ya historia y no volverán jamás a competir. Es ahí cuando surge la duda de: ¿y qué hacen con estas motos? Pues bien, la realidad es mucho más dolorosa de lo que puedas imaginar.

Por curioso que resulte, es más fácil encontrar un F1 que una MotoGP, y esto es por un motivo: las marcas japonesas destruyen prácticamente todos sus prototipos. Sí, tan duro y doloroso como lo lees. Algunas de las mejores motos de la historia y, probablemente, varias de las GSX-RR 2022 terminen sus días como chatarra. Solamente alguna unidad afortunada pasará a formar parte de algún museo e, incluso, puede que lo haga sin motor.

Ni la victoria puede salvar muchas veces a la moto de su destino final

¿El motivo? El dinero. Tal como funcionan las cosas en Japón, al acabar el año fiscal estas motos pasarían a ser un activo y, por tanto, habría que pagar impuestos por ellas. Aunque desconocemos las cifras, es muy probable que sean excesivamente altas como para mantenerlas por capricho. Así de dura y triste es el final de estas motos.

En el caso de las Suzuki, la moto de Alex Rins de 2020 sabemos que está en la casa de Andorra del piloto catalán y también sabemos que reclamó la moto de 2022, aunque por ahora sabemos que primero regresará a Japón y luego, si Álex la quiere tendrá que comprarla y hacerse cargo de todo lo que implique. Afortunadamente, en Europa las cosas son distintas y por ese motivo tanto KTM como Ducati ponen a la venta sus motos directamente. Y también hemos visto en algunas páginas de coleccionistas incluso alguna Aprilia.

Además, como las motos de Ducati están varios años funcionando y pasan del equipo oficial a los satélites, la inversión está mucho más amortizada que en el caso de los japoneses. Aun así, cuando uno compra una MotoGP en muchos casos firma en un contrato que jamás la arrancará ni rodará con ella. Mucho dinero para tener una estatua de lujo, ¿no crees?

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