Lo propuso Fausto Gresini hace poco y se ha confirmado: hasta 2022 no veremos “motos nuevas” en MotoGP. Las motos que se han desarrollado para 2020, y que todavía no han podido competir por la epidemia de coronavirus, serán también las que usarán en 2021. Es la decisión unánime tomada por Dorna, la MSMA (fabricantes) e IRTA (equipos) además de la propia FIM. Las motos para 2020, cuyo desarrollo también se ha visto congelado hace pocas semanas aunque no habían empezado a correr, serán las que se usarán en el campeonato 2021.
Con esto no solo se limitan los costes para los seis fabricantes, sino también los costes para los equipos independientes. Aunque Aprilia y KTM tienen más libertad de evolución al no estar sujetos a las limitaciones de Honda, Ducati, Yamaha y Suzuki, en principio esta congelación también les permitirá ahorros. En la situación actual la prioridad no parece tanto cómo invertir sino cómo salvar el campeonato y cada marca.
Motos congeladas para 2021
En palabras de Hervé Poncharal (presidente del IRTA) “hemos decidido unánimemente mantener todas las motos en especificaciones 2020, lo que significa básicamente que las motos que enviamos a Qatar para empezar el campeonato serán las que usaremos en 2021. Los motores y la aerodinámica se quedan congelados hasta el final de 2021. Es una buena decisión porque significa que la mayor parte del gasto para el año próximo ya está hecho. Esto ayudará a los fabricantes en estos momentos difíciles,pero también a los equipos que podrán pagar menos gastos para las motos de 2021, que serán iguales. Ahora mismo, la sensación general es que se busca congelar, hibernar todo, para minimizar gastos”.
Los tiempos de los últimos entrenamientos en Qatar antes del primer GP, que todavía no se ha corrido, eran muy igualados y todo hace pensar que esta congelación no será una ventaja clara, ni desventaja clara tampoco, para ninguna marca. Ahora toca esperar cuándo podremos comprobarlo, cuándo será el primer Gran Premio de este extraño y complicado año 2020…
