Charlar distendidamente con el máximo responsable de competición de una marca como Michelin es una ocasión poco habitual. La tuvimos recientemente, con Pascal Couasnon, director de Michelin Motorsport, gracias al departamento de comunicación de Michelin España con su responsable Angel Pardo al frente.
Respecto de MotoGP, Michelin considera un éxito su regreso a la competición de motos al máximo nivel. Recordemos que lo dejaron hace ocho años, ante la llegada de Bridgestone que acabó convirtiéndose en proveedor único hasta 2015. Michelin llegó en 2016, año que sirvió de puesta al día, y este 2017 ya ha servido para empezar la evolución de sus neumáticos para que fueran competitivos con las diferentes motos, y distintos pilotos, de la parrilla de la clase reina. Michelin pone como ejemplo de su éxito al haber traído tres tipos diferentes de neumáticos, el que en algún podio hayan subido pilotos que montaban tres opciones diferentes en sus ruedas, mostrando con ellos la competitividad de todas ellas.
Conseguir que suban al podio de MotoGP tres pilotos con motos y combinaciones de neumáticos diferentes es un éxito para Michelin
Couasnon hizo hincapié en la importancia que para ellos tiene la competición, siempre con la vista puesta en el producto de la calle. Las carreras deben servir para mejorar el producto del cliente final. Por eso dejaron la Fórmula 1 y dejó claro que no volverán a ella hasta que los coches usen ruedas parecidas a las de calle (desde hace décadas montan llantas de 13 pulgadas y neumáticos de perfil alto, cuando la tendencia es la contraria con llantas mayores y neumáticos de poco perfil). En la Fórmula-E, Michelin entró con la condición de usar ruedas “modernas” y por eso llevan 18 pulgadas. Algo parecido pasó en MotoGP: las motos recordemos que usaban llantas de 16’5 pulgadas, una medida que funcionaba bien en estas carreras pero muy extraña para la calle, pues las motos de serie llevan 17 pulgadas. Michelin pidió a Dorna normalizar ese diámetro en MotoGP y así es como desde 2016 se quedó.
No nos quedamos sin preguntarle al “gran jefe” por las teorías de la conspiración, es decir, si era posible y cómo lo veía él que ciertos neumáticos mejores hubieran ido a parar en ocasiones a algún piloto. Fue sincero y nos dijo que sabía muy bien de esas teorías, pero que por el sistema de adjudicación es imposible: ellos no saben a quién va cada neumático, porque los entregan a Dorna y ellos los sortean. Ni tampoco Dorna podría hacer “trampas” porque el seguimiento de los códigos de barras (y ahora chip interno) permiten saber qué neumático usa cada piloto en cada momento. De hecho, reconoció el mérito de Dorna, y que es el organizador con el que trabajan que más profesional y serio les parece. Y, por eso, piensan postularse como proveedores también para la futura Moto-e eléctrica, que por cierto dirigirá el (ahora) ex-responsable de Michelin en MotoGP, Nicolas Goubert. Su lugar lo ocupará Piero Taramasso, hasta ahora segundo de Goubert.
Cuando un equipo tiene neumáticos Michelin “confidenciales”, si extravía alguno tiene que pagar 1 millón de euros de penalización
¿Y prefieren competir siendo proveedor único o en competencia abierta con otras marcas de neumáticos? También fue claro: prefieren competir al máximo nivel contra sus rivales, en cada circuito y en cada carrera. Las categorías de neumático único (como MotoGP o Fórmula-E) les gustan menos, pero se motivan compitiendo contra sí mismos y con nuevos retos, como el ejemplo de tres neumáticos en Motogp capaces de llevar su piloto al podio. En el Mundial de Rallyes o en el Mundial de Resistencia (24 Horas de Le Mans) compiten con otros fabricantes, y este año les han ganado. Por cierto que en esas categorías existe el curioso concepto de neumático “confidencial”: además de los que ofrecen a varios equipos, más o menos disponibles comercialmente, los oficiales están muy controlados para evitar espionajes. De hecho tienen contratos con penalización de 1 millón de euros por neumático en caso de extravío…
