Las victorias de Mugello y Montmeló, de entre las posibles apuestas, han sido conseguidas por el piloto y moto menos esperada. Dovizioso y Ducati. En dos GGPP de estar situado a 31, ha pasado a 7 puntos.
En estas dos pistas, Ducati ha seguido demostrando que tiene ventaja en su propulsor, especialmente con respecto a las Honda, pero también con respecto al resto. Dovizioso ha sido capaz de administrar perfectamente estas virtudes. Pero no hay que menospreciar las prestaciones de esta moto en el resto del trazado, se tiende a decir que la Ducati es una moto que no gira, que todavía no está afinada. Por el momento, Dovizioso ya ha conseguido más victorias con Ducati de las que consiguió el tiempo que estuvo con Honda. Por tanto, lo que se suele decir referente a sus carencias de capacidad de giro, viendo lo sucedido en Barcelona o Mugello, no son tales. Es verdad que, si analizamos los pilotos que disponen de esta misma montura: Lorenzo, Dovizioso y Petruci no consiguen las mismas prestaciones. A nivel de estilos de pilotaje, podemos ver diferencias evidentes, Lorenzo utiliza mucho más su cuerpo para desplazar el centro de gravedad y, a priori, favorecer la capacidad de giro en igualdad de agarre.
Los otros dos pilotos son muy estáticos lo que, a priori, va en contra de la capacidad de giro de la moto. Pero el resultado es completamente diferente, ya que los pilotos más estáticos consiguen mejores resultados. Una posible explicación para entender este fenómeno puede ser debido al agarre que proporcionan los neumáticos Michelin. Como vemos en muchos casos y monturas, el agarre es crítico en determinadas situaciones, por lo que, una posibilidad es que el agarre se vea beneficiado cuando más constante es la presión. Cuanto más estático eres encima de la moto menos cambios de presión ejerces sobre el neumático, a menores movimientos y como resultado puede que estén ayudando a los neumáticos a tener un mejor agarre. Cuando esto se produce, eres capaz de compensar las carencias de giro mediante la inclinación de la moto.
Los neumáticos están siendo demasiado críticos, Michelin en su afán de dar respuesta a las peticiones de todos los pilotos, pretende hacer un neumático adecuado a cada situación. Quizás arrastran un poco el modo de proceder de cuando estaban en el campeonato ya que, con el anterior reglamento, tenían mayor capacidad de maniobra al no limitar los neumáticos y haber competencia entre los fabricantes. Con el actual reglamento, al tener que elegir el neumático la víspera de los entrenamientos, si la elección del jueves es errónea para alguna moto difícilmente se puede dar la vuelta a la situación, tal y como hemos visto que le sucedió a Honda en Mugello o a Yamaha en Barcelona. Visto desde fuera, la introducción de la nueva carcasa 70 desde Mugello, unido a los compuestos utilizados, ha convertido todavía en más crítico el uso de ese neumático delantero. La elección de esta carcasa, votada por la mayoría de los pilotos, de momento, no ha surtido el efecto esperado por el campeonato, el de una mayor estabilidad. Bajo mi punto de vista, hasta Le Mans, había ocurrido que algún ejemplar no funcionase correctamente, pero no que un equipo puntero no fuese capaz de revertir la situación en todo el fin de semana.
En los últimos tiempos de MotoGP estamos muy acostumbrados a escuchar la opinión de los pilotos ante cualquier evento o situación, creo que es justo escucharles. El resto de personas que formamos este campeonato estamos obligados a entender que el comentario o análisis de un piloto a cualquier situación está supeditado a su propia circunstancia, que es la necesidad de alcanzar los mejores resultados deportivos. Por este motivo, en muchas ocasiones, les cuesta separar o ser imparciales en sus comentarios o juicios. Este matiz tienen que tenerlo en cuenta en Michelin.
