Uno de los movimientos más significativos que refuerzan la teoría de la entrada de BMW en MotoGP, es que han comprado los datos de las últimas motos de Suzuki que compitieron en la categoría, según informa Motorsport Magazine por mano del gran Mat Oxley.
BMW habría adquirido información detallada sobre las GSX-RR, las motocicletas que Suzuki utilizó hasta su retiro a finales de 2022. Se estima que la marca bávara ha pagado alrededor de 18 millones de euros, por los datos de los motores de cuatro cilindros en línea utilizados por los pilotos Joan Mir y Alex Rins. Una configuración de motor muy conocida para ellos, pues es la misma que utilizan en su moto más deportiva y con la que lideran el campeonato de Superbikes, la BMW S1000RR. Algo que aporta una buenísima imagen publicitaria de la marca, pero que sin duda se incrementaría al alcanzar logros similares en MotoGP, el máximo exponente de la competición en el motociclismo mundial.
Estos datos son altamente valiosos en MotoGP, donde la telemetría y la información técnica juegan un papel crucial en el desarrollo de motos competitivas. Esta adquisición demuestra una fuerte apuesta por parte de BMW, especialmente teniendo en cuenta que Suzuki ha sido una de las marcas más exitosas en los últimos años antes de su retiro. Un retiro que no pudo ser más emotivo si recordamos que fue Álex Rins quien lideró de principio a fin aquel último GP de la marca japonesa en el circuito de Valencia.
BMW se prepara para asaltar MotoGP en 2027
Los indicios actuales sugieren que BMW podría estar llevando a cabo un estudio de viabilidad, para determinar su ingreso en MotoGP, o que ya está en pleno desarrollo de nuevos motores, con miras a competir en la temporada 2027. Esta fecha es clave, ya que se espera que para entonces entre en vigor un nuevo reglamento en MotoGP, que incluirá motores de 850 cc y otras especificaciones técnicas, como una reducción de la aerodinámica y la eliminación de los dispositivos dinámicos que bajan la altura de las motocicletas.
La compra de datos por parte de BMW también indica que están preparando el terreno de forma meticulosa. A pesar de los cambios que ha experimentado MotoGP desde el retiro de Suzuki en 2022, las modificaciones no han sido lo suficientemente importantes como para que la información comprada deje de ser relevante.
De hecho, BMW ha sido muy cuidadosa en la elección de su proveedor de datos, ya que Suzuki es la única marca reciente que se ha retirado y que podría estar dispuesta a vender una información tan valiosa.
Iniciar el desarrollo de una moto utilizando la telemetría de una máquina ganadora ofrece una ventaja significativa. Aunque la suma de 18 millones de euros pueda parecer elevada, esta inversión permitirá a BMW ahorrar considerablemente en costos de desarrollo a largo plazo.
Este enfoque muestra una estrategia de los alemanes para integrarse de manera exitosa en MotoGP, aprovechando tanto la experiencia técnica adquirida como las futuras regulaciones dentro del campeonato.
BMW corrió por última vez en el campeonato mundial en el año 1956, cuando Walter Zeller pilotó la flat twin RS500, llegando a colocarse como segundo clasificado de aquella temporada. Luego hizo una pequeña incursión de la mano de FTR y de Suter cuando algunos equipos emplearon sus motores en las desaparecidas CTR.
Quizás, si se llegasen a materializar estas predicciones, pronto podremos ver a un Toprak Razgatlioglu llevando a la marca de Múnich todavía más alto, 70 años después de aquella hazaña.
