Genesio Bevilacqua, dueño del Althea Racing, no está nada contento con el actual Campeonato del Mundo de Superbikes así como con su futuro más próximo si no cambian las cosas. Así lo ha manifestado en una interesante entrevista realizada por los italianos de Moto.it.
Bevilacqua muestra su malestar de que las fábricas tengan una implicación directa en Superbikes (con Kawasaki, Ducati y Yamaha a la cabeza), haciendo que esta competición esté adulterada en comparación con su creación. Para él, WSBK debería volver a los orígenes, es decir, con presencia únicamente de equipos privados y que como mucho ellos tengan relación con las fábricas para desarrollar la moto, pero nada más.
Otro tema interesante que plantea es el de los costes. También es otro de los puntos en los que quizás se haya perdido el norte, a pesar de que hace unos años se modificó el reglamento para que las motos fuesen más parecidas a las de calle. Aun así para el italiano las Superbikes ha pasado a estar a medio camino entre las motos de calle y las MotoGP. Es decir, son prototipos sobre chasis comerciales.
La reglamentación debería ser más férrea y permitir menos variaciones. Es algo que ya ha planteado a Dorna y únicamente debería poder modificarse neumáticos, frenos, sistema de refrigeración y escape. Y por supuesto, evitar el desarrollo a nivel electrónico instaurando una centralita única para todos los fabricantes. La prueba de que el sistema actual no funciona es ver cómo Laverty o Bradl luchar por entrar en el top10 cuando son pilotos que deberían estar ganando carreras.
De no realizarse estos cambios o similares, Genesio Bevilacqua tiene claro que el Althea Racing no seguirá en el mundial de Superbikes. Ganadores del título en el 2011 con Carlos Checa así como de carreras en el 2012, el equipo italiano no ha vuelto a pisar el podio habiendo competido durante diez años con marcas como Ducati, Aprilia y ahora BMW.
¿Su próximo destino? Puede que el BSB o incluso Moto3, con el fin de ir creciendo en el Campeonato del Mundo de MotoGP.
