9.000 entusiastas de las dos ruedas acudieron a la séptima edición del Motorbeach Festival, un festival de referencia en España para los amantes del estilo de vida custom. Durante tres intensas jornadas la Playa Espasa de Asturias fue el epicentro del mejor espíritu rock and roll, surf, cafe racer, gasolina, skate, arte, belleza y también nostalgia, y Yamaha estuvo allí.
Uno de los puntos fuertes del evento es la amplia y cuidada exposición de motos y coches personalizados, realizados por auténticos locos de la gasolina. Las creaciones oficiales Yamaha Yard Built se hicieron notar, impulsadas por la presencia del preparador Anthony Partritge y su última creación “drag” con base XSR700. Desde 2013, la firma de Iwata cede algunos de sus modelos más carismáticos de la familia MT o Faster Sons a los especialistas internacionales más prestigiosos en estas lides para que den rienda suelta a toda su creatividad.
Otros proyectos destacados fueron la XSR700 de Kiddo Motors, que se mostró por primera vez en España junto con la XSR700 de los preparadores portugueses Capelos Garaje. Ambas motos participaron en el concurso Yard Built que se celebró en mayo en The Reunión (Monza). Junto a ellas, también estaban la XSR700 Russell y la XSR700 de Café Racer Spirit (CRS), ambas motos presentadas en 2018 y 2017 respectivamente y que siguen generando una gran expectación entre los amantes de las cafe racers.
Desde 2013, la asturiana Playa de Espasa (Caravia) acoge el Motorbeach Festival, un evento nacido como respuesta al Wheels & Waves de Biarritz, uno de los pioneros en estas lides. Su futuro en tierras asturianas es incierto, ya que la falta de ayudas públicas para compensar la menor asistencia de público debido a la habitual predicción de lluvia puede desembocar en la búsqueda de un nuevo emplazamiento en zona castellana (se habla de Burgos, Soria o el Lago de Sanabria, por ejemplo).
