Es la “canción del verano” porque cada año desde hace mucho vemos el mismo fenómeno: los que vamos en moto todo el año (por suerte cada vez más) estamos acostumbrados a llevar, siempre, el equipamiento necesario para hacerlo de forma segura. Segura, y cómoda: en invierno a nadie se le ocurre ir en manga corta, por ejemplo. Pero cuando empieza el buen tiempo, cuando las posibilidades de lluvia son bajas y las temperaturas altas, aparecen cada vez más motos en el tráfico. Y a sus mandos, por desgracia, no todos parecen tener tan claro esa necesidad de ir bien equipado. De hecho, algunos “recién llegados” a las dos ruedas parecen peligrosamente inconscientes de cómo exponen su seguridad por, supuestamente, “no pasar calor” (o ése suele ser el argumento cuando a veces les preguntamos).
El casco es obligatorio y hoy en día es, por suerte, raro encontrarse alguien que no lo lleve. Es bueno recordar que el único casco que ofrece la máxima seguridad en caso de accidente es el integral, que además debe estar en buen estado y bien abrochado. Un casco modular, abierto, es más inseguro: úsalo, pero ciérralo cuando te pongas en marcha. Y un casco abierto también es menos seguro: esos modelos, si además no están muy perfectamente abrochados, son más propensos a soltarse en un golpe, y no protegen toda la cabeza.
Pero, como digo, el casco parece una asignatura aprobada. Muy al contrario que los guantes: está en debate si se harán o no obligatorios por ley (en Francia lo son desde hace más de dos años) pero son obligatorios por lógica. Con guantes, para empezar, no te manchas ni estropeas las manos al ir en moto, lo que debería ser un buen argumento para cualquiera (sobre todo las chicas). Sin guantes, cualquier caída incluso en parado puede convertirse en un calvario de semanas para las manos. Además, ir con guantes me parece mucho más “cool” ahora que las motos de postureo están tan de moda…
Lo siguiente son pantalones y chaquetas: ir sin una chaqueta con protecciones en desplazamientos puramente urbanos puede tener explicación cuando hace mucho calor, aunque hay modelos ventilados cómodos para eso. Pero en carretera, no. Y no son pocos los motoristas que vemos (en ciudad no conduciendo precisamente con cuidado o en carretera lo mismo) totalmente desprotegidos. Y en las piernas, igual: un pantalón corto incluso puede provocar un susto si nos quemamos con el chasis o motor, o algo nos golpea en marcha.
Llevar buen equipamiento convierte un susto en una anécdota: merece la pena
Por último tenemos los pies: por ley ya sí te pueden multar por llevar un calzado inadecuado, incluso en coche. Pero es muy evidente el riesgo al que se expone cualquiera que lleve calzado abierto en moto, incluso en scooter puede ser delicado si tenemos que apoyar un pie fuerte en un momento dado. Una anécdota o susto se puede convertir en una caída y una lesión que nos inmovilice un tiempo.
Hemos comentado que para circular tranquilamente (subrayo esto) por ciudad puede ser razonable “desprotegerse” un poco. Pero cuidado que las apariencias engañan: según las cifras de 2018 que se acaban de dar a conocer, los accidentes en ámbito urbano han aumentado bastante. Y si en general uno de cada cuatro fallecidos en España fueron en ciudad, cuando nos centramos en las motos subimos hasta uno de cada tres. Las motos son amigas de las ciudades, pero las ciudades no son tan amigas de las motos y no es bueno descuidar nuestra seguridad en sus calles.
