Marvel Studios está en plena campaña de promoción de una de sus últimas obras, Thunderbolts, inspirada en la obra literaria del mismo nombre, donde la formación original apareció por primera vez en “The Incredible Hulk” en enero de 1997. Hasta aquí todo bien, y en la línea que suele seguir a productora estadounidense, aunque, en ocasiones, dejándose llevar inexplicablemente por las nuevas corrientes ideológicas aparejadas a la conocida cultura Woke.
Buena parte de culpa de esta situación quizás la tenga la propietaria de Marvel, que no es otra que Walt Disney Company, muy dada a cambiar la historia en función de sus propios intereses. Si no me creéis podeis echarle un ojo a la actual Blancanieves o la Sirenita. Como bien argumentan algunos medios especializados en el tema, sus respectivos autores deben estar revolviéndose en su tumba.
Thunderbolts 2025: Una Pan America que se autopercibe “deportiva japo tetra en línea”
La nueva polémica que rodea a una de las películas de la famosa productora yanqui está relacionada con el trailer de Thunderbolts. Bueno, más que polémica (suponemos que le importa un rábano este detalle al 99% de los espectadores), es un hecho curioso que ocurre a lo largo de la filmación del mismo. Un detalle del que se han percatado nuestros compañeros de Ride Apart al visualizar los 3:24 minutos que dura este pequeño adelanto de la esperada película.
Nos referimos a lo que acontece, durante apenas unos segundos, desde el minuto 2:38 aproximadamente. No es otra cosa que una H-D Pan America, pilotada por Sebastian Stan en el papel del Soldado del Invierno, sonando como si de una GSX-R 600 se tratara. Y ojo, sonar como la deportiva de Hamamatsu mola un montón, pero que lo haga una trail equipada con un portentoso motor V-Twin “Made in USA”, no tanto.
Porque si hay algo que tiene su propia personalidad e impronta, eso es sin duda una montura salida de las líneas de montaje de Milwaukee y para nada tiene que ver (o mejor dicho sonar), el ronroneo emitido por una Pan America a fondo, en plena escena de acción, que el de una japonesa tetracilíndrica en línea.
Así que llegados a este punto uno solo puede hacerse una pregunta: ¿De quién ha sido la genial idea?… Teniendo en cuenta que Thunderbolts cuenta con un presupuesto de nada menos que 150 millones de dólares, ¿a quién se le ha encomendado la labor de eliminar el sonido original de la Pan America en favor de otro similar al de cualquier deportiva japonesa? Nos gustaría saberlo, pero seguro que aún más a los directivos de Harley-Davidson.
