Si para evitar el exceso de velocidad tenemos radares de velocidad, para el exceso de inclinación vamos a empezar a tener radares de inclinación. Sí, tal cual lo lees, un mecanismo que sea capaz de medir el grado de inclinación de la moto y de multarte si no cumples los parámetros establecidos.
Y no estamos hablando de un prototipo o de un proyecto, hablamos de una realidad que ya se ha puesto en marcha. Los primeros radares de inclinación han comenzado a funcionar como cuentan los compañeros de Autopista, y ya ponen multas.
Como bien sabes si eres usuario de carreteras de montaña, especialmente si tienes redes sociales, hay mucho usuario que toma ciertas curvas como si estuviera arañando el crono en un circuito. Una manera gratuita ya no de ponerse en peligro ellos mismos, sino de comprometer la seguridad del resto.
Esta situación no la vivimos sólo en nuestro país, también sucede en todas partes del mundo, y los primeros en dar un paso adelante en este sentido han sido los taiwaneses. Es allí donde se han puesto en marcha los radares de inclinación.
¿Cómo funcionan los radares de inclinación?
Los radares de inclinación, como su propio nombre indican, miden la inclinación de la moto. Cuando una moto pasa, si el sistema detecta que la tumbada con respecto a la vertical supera los 30º hace una fotografía.
Con la fotografía en la mano, una persona comprueba que, en efecto, el grado de inclinación es de más de 30º. A partir de ahí se tramita la multa al entender que superar ese grado implica una conducción arriesgada, poco segura y que pone en peligro tanto al propio conductor como al resto de usuarios de la vía.
Además de eso, la cámara es capaz de captar otro tipo de maniobras que no se deben llevar a cabo circulando por la calle, como son el soltar alguna mano, sacar la pierna o descolgarse para tocar rodilla, por ejemplo.
Esta situación ha puesto a una parte de la comunidad motera taiwanesa contra la medida, pero el gobierno local insiste en llevarla a cabo por la alta tasa de siniestralidad en determinadas carreteras del país.
Como decíamos al principio, una vez se ha puesto en marcha es solamente cuestión de tiempo que vaya expandiéndose por todo el planeta y antes o después termine llegando a nuestras carreteras.
