Hablar de inteligencia artificial para acabar con los atascos puede sonar parecido a que Skynet ha tomado consciencia de sí misma, y ha decidido acabar uno por uno con todos los vehículos. Pero no, afortunadamente eso sigue siendo el argumento de Terminator y no de la vida real, y el uso de la inteligencia artificial para mejorar el tráfico es bien diferente.
El proyecto denominado “Green Ligth” (luz verde) por parte de Google, busca optimizar al máximo el uso de los vehículos para agilizar el tráfico. Han llegado a la conclusión que las emisiones del tráfico rodado, pueden ser hasta 29 veces mayores en las intersecciones urbanas en las que haya atascos, que comparado con las carreteras y su tráfico fluido.
Así que empleando la inteligencia artificial y los datos que marcan las tendencias de tráfico de Google Maps, se conseguía mapear el tráfico y hacer recomendaciones de rutas alternativas para evitar en la medida de lo posible los semáforos.
Esta iniciativa se suma a la que ya lleva unos años activa en la que la ruta más rápida no siempre es la más eficiente, y a la hora de elegirla aparece con un icono de una hoja verde recordando que es la que menos consumo va a tener. Es, sin duda, una manera de utilizar la inteligencia artificial para conseguir un buen fin.
Varias ciudades han confiado en la inteligencia artificial y el ahorro es importante
De hecho, ya hay bastantes ciudades de diferentes puntos del mundo que se han apuntado a la iniciativa como son Seattle, Río de Janeiro, Manchester, Hamburgo, Budapest, Haifa, Abu Dabi, Bangalore, Hyderabad, Calcuta o Yakarta entre otras, que suman un total de 70 intersecciones “conflictivas”.
En estas ciudades y bajo el periodo inicial de prueba, se ha constatado que el número de paradas se ha reducido en un 30%, una cifra importante. Pero más importante aún es que gracias a reducir las paradas, se ha ahorrado un 10% de emisiones solamente en las intersecciones afectadas.
Veremos cómo sigue evolucionado esta iniciativa y de la manera que va extendiéndose a otros lugares. La teoría dice que si los vehículos fueran manejados por inteligencia artificial se acabaría con la mayor parte de los accidentes y los atascos.
Por ahora los humanos siguen conduciendo, pero este mix humano-máquina parece que ya ha comenzado a dar algunos frutos.