Hay motos que nacen para competir y eso es una gran presión, pero hay motos que nacen para competir y además sustituir a auténticos mitos. Ese es el caso de la Honda RC45, que fue creada para reverdecer los laureles de la otrora imbatible RC30 cuando esta dejó de ser tan competitiva. Lo bueno de las carreras de motos derivadas de serie es que este movimiento hizo que una nueva máquina llegase al mercado, y afortunadamente algunas unidades todavía se conservan y además en gran estado.
Aunque la RC45 fue una moto de calle, es más complicado de lo que nos gustaría encontrar una a la venta y por eso decimos que es “casi como un unicornio” con la diferencia de que, por el momento, no hemos visto un unicornio a 300 por hora. En este caso la RC45 está en California, Estados Unidos y como podemos ver en las fotos está en un estado de conservación espectacular a pesar de tener 28 años a cuestas. Lógicamente, hay algún pequeño desperfecto en la pintura muestra del uso y es que estamos ante una máquina que ha sido utilizada y que supera las 16.000 millas en su marcador, una cifra que por otro lado no es elevada.
Pero, ¿por qué es tan especial una Honda RC45? Pues porque nació con el cuchillo entre los dientes, empleando todo el conocimiento de la firma japonesa. De entrada, a pesar de estar en 1994, ya contaba con inyección electrónica, pero es que empleaba pistones de baja fricción, camisas de cilindro impregnadas de cerámica y grafito, bielas de titanio y otros elementos que ni siquiera hoy muchas motos de serie disponen. Su motor V4 es una joya y es que a día de hoy Honda ha renunciado a ese concepto en sus motos de calle y únicamente la MotoGP sigue usando el concepto.
Gracias a todo ello eran capaces de entregar 118 caballos en la versión europea y japonesa, aunque la versión para el mercado estadounidense solo llegaba a los 101, que podían pasar a 118 con un simple ajuste de la centralita. El chasis, un doble cuna de aluminio, era la parte más “estándar” porque lo impresionante era el basculante trasero monobrazo que también era característico de su antecesora.
La unidad a la venta está repasada y cuenta con aceite y filtro nuevo, nueva cadena, horquillas reconstruidas, nuevas pastillas de freno y unos neumáticos Bridgestone Battlax S22 a estrenar. ¿La pega? Que piden ni más ni menos que 48.150 dólares por ella y además teniendo en cuenta el cambio actual, se queda en 48.100 euros más o menos. Así que esta moto de ensueño no será fácil ni económico conseguirla…
