La búsqueda de la máxima eficiencia es una lucha que los ingenieros siempre tienen en general y que ahora ha llevado a BMW a trabajar en un motor bóxer con tecnología como la empleada en el Mundial de Fórmula 1. Lograr que un motor sea lo más potente posible y a la vez consuma lo menos posible para, a su vez, tener unas emisiones bajas es un desafío sobresaliente.
Estamos en un momento de la historia en el que el futuro de los motores de combustión interna no está claro, pero que, sin duda, pasan por reducir al mínimo sus emisiones y justo eso es lo que busca BMW en este motor bóxer que ha patentado.
¿Cómo hacer que un motor bóxer sea más eficiente?
Para conseguir la mayor eficiencia posible en el motor bóxer, BMW pretende emplear un sistema que ya se empleaba hace tiempo pero optimizado. Se trataría de que la chispa de la bujía estuviera antes de la cámara de combustión habitual. Teóricamente, con ello se aumenta la eficiencia a la par que se ganan prestaciones.
Para ello hay que crear una precámara en la que se inyecta el combustible antes de recibir la chispa y pasar a la cámara principal. Este sistema, que se inventó ni más ni menos que en 1908 para los coches diésel, era necesario para ese combustible para reemplazar el compresor que debían emplear. Sin embargo, descubrieron que se ganaban prestaciones y bajaban las emisiones.
En la F1 se desarrolló este sistema y además se evolucionó a la vez en dos tipos, la precámara. Resumiendo mucho la cámara activa en la que hay una inyección directa de combustible y la cámara pasiva donde se pulveriza la mezcla a la cámara principal. Pero al final funcionan de la misma manera que es que la bujía enciende la mezcla allí y la combustión pasa a la cámara principal, donde termina el proceso con otra ignición.
La ventaja es que se mejora la combustión, ya que la llama se guía a la cámara de forma controlada y está en su punto óptimo para ser aprovechada la mezcla. Por otro lado, se puede reducir el hollín y la formación del famoso NOx, el óxido de nitrógeno. Otro de los puntos a favor es que genera menos vibraciones y hace que el motor sea más silencioso.
Pero también hay desventajas en el hecho de emplear esta tecnología, ya sea en un motor bóxer o en otro tipo de motor. Y es que se genera más calor, la construcción del motor es más compleja y, por tanto, el coste termina siendo mayor.
El sistema que BMW ha patentado es de encendido pasivo y se estima que podrían conseguir las mismas prestaciones pero con un 20% menos de combustible. Pero no todo son buenas noticias y es que, por un lado, las motos no están sometidas actualmente a las mismas normativas de emisiones que los coches, por lo que no es necesario actualmente. Eso hace que por ahora no se conozcan planes de implantación de este tipo de motor bóxer en ninguna de las motos de BMW.