La primera temporada de Long Way Round, emitida en 2004, no solo mostró al mundo la belleza de recorrer el planeta en una BMW GS, sino que abrió la puerta a una nueva generación de motoristas. Desde entonces, modelos como la Yamaha Ténéré, la Honda Transalp o la Royal Enfield Himalayan son hijos espirituales de esta épica serie de aventura en moto.
“Sin darnos cuenta, llevamos más de un año de nuestras vidas rodando juntos”, comenta McGregor. “Y aún sentimos ese deseo de descubrir el mundo desde una moto”. Por su lado, Boorman añadió: “Cada frontera es un cambio radical: asfalto, comida, idioma… todo. Y en moto, la gente te abre su casa con una generosidad que nunca deja de sorprender”.
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Así es Long Way Home
Pese a los problemas de salud a los que Boorman se ha enfrentado en los últimos años, ambos aseguran que su espíritu de aventura sigue intacto. “No imaginábamos entonces que seguiríamos haciéndolo 20 años después”, dice McGregor. “Pero no me veo dejando de hacerlo nunca”.
Para esta nueva temporada, Long Way Home mantiene el formato clásico. Es decir, paisajes extremos, complicaciones mecánicas, encuentros culturales y, sobre todo, el vínculo irrompible entre dos amigos con más de tres décadas de camaradería. “Somos una banda de cuatro: Ewan, yo, y nuestros productores Russ y Dave”, explica Boorman. “Además, la improvisación ha sido siempre nuestra marca”.
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Y sí, como os estamos contando, esta nueva temporada de la serie no solo es una carta de amor al mundo de las 2 ruedas, sino que también es un claro recordatorio del poder transformador de la amistad y de la libertad que ofrece una moto.
Y, según parece, la carretera sigue llamando a McGregor y Boorman… y, por supuesto, ellos no piensan dejar de responder a esa llamada. Por cierto, menos mal.
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