Según el informe de Necesidades de Inversión en Conservación, elaborado por la Asociación Española de la Carretera, la situación de la red de carreteras en la actualidad es alarmante. Según dicho informe, el estado de las diferentes vías españolas es cada vez peor, con graves deficiencias tanto en el propio pavimento como en la señalización.
El estado de semi-abandono en cuanto a mantenimiento se refiere ha llevado a que dichas deficiencias hayan ido incrementándose y agravándose, aumentándose de esta manera la inseguridad de los conductores que transitan por ellas. Los baches, grietas, irregularidades y pérdidas de asfalto son cada vez más numerosos y de mayor medida, por lo que de no solucionarse pronto la situación, la seguridad puede verse muy mermada en poco tiempo.
El culpable de esta situación no es otro que el recorte presupuestario tan radical que ha sufrido la partida de mantenimiento de carreteras en los presupuestos del estado y de las comunidades autónomas. De un 1,2% del PIB en 2009 se ha visto reducida a una tercera parte en 2016, con un escaso 0,4%. De esta manera, no hay presupuesto para hacer las reparaciones y mantenimientos necesarios en la mayoría de tramos de carretera.
A día de hoy, se estima que serían necesarios en torno a 6.000 millones de euros para reparar las carreteras y que de esta manera volviesen a estar en buen estado, tanto a nivel de pavimento como a nivel de señalización. El problema grave viene con la estimación ofrecida por la propia AEC de que si antes del 2020 no se ataja este problema, llegada esa fecha los daños serán tan graves que la única solución posible será la de reconstruir en su totalidad la inmensa mayoría de vías, lo que supondría un coste inasumible.
