La interpretación de algunas leyes, o el mantener en el limbo diferentes aspectos jurídicos referentes a un hecho o actividad es, por desgracia, demasiado habitual en nuestro país. En infinidad de ocasiones se pasan años hasta que la justicia, o el organismo competente, se pronuncia ante tal desajuste normativo, y entonces se le ponen los acotamientos adecuados al desaguisado en cuestión.
Pues bien, dentro de estas cosas poco entendibles y dentro de nuestro mundo de las dos ruedas, nos encontrábamos con una situación totalmente anómala y sin justificación referida al empleo de intercomunicadores bluetooth por los usuarios de motos. Algo totalmente inentendible a estas alturas, ya que estos sistemas de comunicación mejoran notablemente algunos aspectos en nuestra conducción.
Afortunadamente el pasado 31 de diciembre la DGT se hacía eco al respecto, y legislaba por fin en esta materia, incluyéndolos como aptos dentro de la Ley sobre Tráfico, en la categoría perteneciente a «Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial» y dentro de su artículo 13.3, donde por fin se considera legal el uso de intercomunicadores en el ámbito de las dos ruedas. En cualquier caso no es hasta hoy, 21 de marzo de 2022, cuando ya podíamos usarlos de manera totalmente lícita, momento en el que se ha hecho efectiva esta normativa.
Y es que según datos de la plataforma MAPFRE Cuidamos tuMOTO, un 26% de los usuarios desconocía si realmente se podia o no emplear este tipo de aparatos en nuestros cascos, una vez nos pusiéramos en marcha. La ley en este respecto y hasta el momento de aprobar esta nueva normativa, interpretaba de esta manera: “conducir utilizando cualquier tipo de casco de audio o auricular conectado a aparatos receptores o reproductores de sonido u otros dispositivos que disminuyan la atención permanente a la conducción, excepto durante la realización de las pruebas de aptitud en circuito abierto para la obtención del permiso de conducción en los términos que reglamentariamente se determine”.
Y remarcaba la prohibición de, “la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares”.
Con la nueva normativa ya en la mano nos encontramos con esta aclaración que ya no deja lugar a dudas: “No se considerará dentro de la prohibición la utilización de dispositivos inalámbricos certificados u homologados para la utilización en el casco de protección de los conductores de motocicletas y ciclomotores, con fines de comunicación o navegación, siempre que no afecten a la seguridad en la conducción”.
Además deja abierta la puerta a nuevos diseños o tecnologías de esta forma: “Reglamentariamente se podrán establecer otras excepciones a las prohibiciones previstas en los párrafos anteriores, así como los dispositivos que se considera que disminuyen la atención a la conducción, conforme se produzcan los avances de la tecnología.”
Lo que queda claro es que este tipo de dispositivo ayuda a mantener una mayor atención a la carretera, nos permite comunicarnos con nuestro acompañante o grupo con el que estemos circulando sin distracciones, además de poder usar el GPS, o nuestro teléfono móvil, sin tener que desviar la vista de la carretera, gracias a las indicaciones de voz con las que cuentan estos sistemas de comunicación.
Desde MAPFRE Cuidamos tuMOTO te dan una serie de pautas con las que poder elegir el dispositivo que mejor de adapte a tus necesidades y hacer un buen uso de el en cualquier circunstancia.
- Que esté homologado.
- Que acepte comandos de voz para que sea verdaderamente un sistema manos libres.
- Que permita conexiones con navegadores GPS, reproductores de música o teléfonos móviles.
- Con buen alcance. Al menos 800 metros de distancia si tu intención es comunicarte con otras motos.
- Que se adapte bien a tu casco.
- Con buena autonomía. Busca modelos con baterías que te garanticen al menos 10 horas de uso.
- Que sea resistente al agua y a la suciedad.